_
_
_
_

Rusia Democrática crece al mismo ritmo que se hunde el PCUS

El movimiento de Yeltsin debe decidir en el congreso de otoño si forma un partido

Pilar Bonet

Los resultados de las elecciones presidenciales en la Federación Rusa han acelerado crisis paralelas en el Partido Comunista de la URSS (PCUS) y Rusia Democrática (RD), las dos organizaciones políticas enfrentadas que constituyen los puntales de Mijaíl Gorbachov y Borís Yeltsin, respectivamente. Para el PCUS, cuya gigantesca mole (16,5 millones de afiliados a fines de 1990) se desintegra lentamente, se trata de la pérdida de facultades que advierte de la vejez (un 40% de los militantes no pagan cuotas) y para RD del estirón que marca la salida de la infancia.

Todos los líderes y posiciones defendidos por RD lograron la victoria en las urnas el 12 de Junio, desde la candidatura de Yeltsin a la presidencia de Rusia a la de Yuri Afanasiev a un escaño parlamentario en esta república y las de Gavril Popov y Anatoli Sobchak a las alcaldías de Moscú y Leningrado, respectivamente, además de la recuperación del nombre de San Petesburgo.Consecuentemente, todas las posiciones defendidas por el PCUS -que como tal no se responsabilizó de una campaña activa definida- fueron derrotadas. Ambas organizaciones sacan ahora conclusiones.

Las elecciones han servido a RD para consolidar su estructura regional, formada según un modelo análogo a la Asociación de Electores de Moscú, una entidad surgida en las elecciones de 1990.

A la vista de los comicios que han de seguir, Lev Ponomariov, responsable de organización en RD, cree que es importante formar un aparato en Moscú capaz de mantener unas relaciones estables con la enorme estructura formada durante las elecciones.

RD tiene por objeto "luchar contra el monopolio de poder del PCUS y por una sociedad civil", afirma Ponomariov. No es un partido, sino la concentración de muchos partidos que cubren un amplio espectro, desde la democracia cristiana (Movimiento Demócrata Cristiano ruso o RJDD) hasta posiciones más radicales representadas por el Partido Democrático de Rusia (PDR), que dirige Nikolái Travkin, o el Partido Republicano (PR), producto de la escisión del PCUS protagonizada en 1990 por el grupo Plataforma Democrática.

Además, RD integra la parte rusa del Grupo Interregional de Diputados (GID), surgido como la primera fracción democrática del Parlamento soviético, y una amplia masa de afiliados que no pertenecen a un partido político. Los sin partido constituyen un 80% de los miembros del movimiento, que tiene 300.000 activistas, según cálculos aproximados de Ponomariov.

Partido o movimiento

Hoy, el problema más agudo para RD es decidir si se organiza como partido o continúa siendo un movimiento amplio. Las opiniones en el Consejo Coordinador de RD están divididas sobre este tema, que se planteará sin duda en el próximo congreso previsto para el otoño. Las tensiones internas que existen en el movimiento han surgido en las elecciones al escaño ruso por el cual el historiador Yuri Afanásiev competía con un ideólogo del Partido Comunista Ruso. Pese a lo ajustado de las apuestas entre Afanásiev y su rival comunista, Antonovich, el partido de Nilcolái Travkin sacrificó la unidad del movimiento democrático a su deseo de actuar como partido por cuenta propia y mantuvo un tercer candidato poco conocido que logró un 5% de los votos y que fácilmente hubiera podido hacer fracasar a Afanásiev.

RD no tiene un programa como tal, -pero se pronuncia sobre los distintos temas y Ponomariov siente que ha llegado la hora de que los pronunciamientos vayan por delante de los acontecimientos. RD ha creado una estructura que hoy cubre desde el Instituto de Literatura Gorki de Moscú hasta el Ayuntamiento, pasando por las guarniciones militares donde se ha fomado Militares por la Democracia.

RD, cuya sede sufrió un incendio poco antes de las elecciones, actúa hoy desde el edificio del Parlamento ruso y, desde allí, suministra información sobre cómo fundar células en los lugares de trabajo. Ponomariov concibe esta estructura, que reproduce el modelo organizativo del PCUS, como una red de clubs políticos.

Cuatro de los candidatos que se presentaban a las elecciones eran del PCUS, pero esta organización, dividida en diferentes tendencias, no ha recomendado a ninguno de ellos oficialmente. Después del fallido intento de escisión del 281 Congreso, hoy ni conservadores (dogmáticos marxista leninistas) ni reformistas (socialdemócratas) se arriesgan a encabezar un cisma, tratando ambas partes de provocar la salida de los demás.

Vía democratizadora

En los últimos tiempos ha habido varios intentos de dar forma a la corriente democratizadora dentro del mismo partido. Por una parte, el coronel Alexandr Rutskoi ha dirigido el movimiento Comunistas por la Democracia. Por otra, el ex ministro de Exteriores Edvard Shevardnadze ha exhortado a fundar un nuevo partido democrático y Alexandr Yakovlev, el consejero de Gorbachov, se ha reunido con los líderes de RD.

Los analistas están divididos sobre el grado de coordinación interna de todos estos movimientos y su inserción en un plan general cuya cabeza podría ser Gorbachov.

A estas figuras se añaden Stanislav Shatalin, afiliado al partido de Travkin; Arkadi Volski, el jefe de la Asociación Científico Industrial de la URSS; Vadim Balcatin, miembro del Consejo de Seguridad de la URSS, y Gueorgui Shajnazarov, consejero de Gorbachov. La relación personal de cada uno de estos reformistas con el líder soviético y lo que cada uno espera aún de éste es un factor clave en el desarrollo de posiciones.

Medios de RD miran con suspicacia a los demócratas del stablishment, que tantean la posibilidad de ocupar posiciones ya copadas por RD. En RD hay todavía sillas para los demócratas del stablisment, afirma Ponomariov.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_