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La CE introduce excepciones a la libre circulación de personas en Europa

ENVIADO ESPECIAL Los ministros del Interior de la Comunidad Europea decidieron ayer en Luxemburgo introducir excepciones a la libre circulación de personas dentro de la CE por razones técnicas y de seguridad. El acuerdo supone una enmienda en el Acta Unica, que prevé la libre circulación de personas dentro de los Doce desde el 1 de enero de 1993.

El Reino Unido se opone a dar la misma libertad a los ciudadanos comunitarios que a capitales y mercancías. El resto de los ministros del Interior está de acuerdo en retrasar el libre paso de fronteras, puertos y aeropuertos al 1 de enero de 1995. Además, la condición de comunitario no se tendrá en cuenta si se viaja dentro de la Comunidad pero en avión, con escalas intermedias, cuya procedencia o destino sea un país tercero.El mercado único de 1993 nacerá con una Europa a dos velocidades en lo que se refiere a los derechos de las personas. Por encima del proyecto restrictivo de Convenio Europeo de Cruce de Fronteras que se aplicará para los Doce, ocho países de la Comunidad han decidido ya la supresión total de fronteras internas a partir de 1993. Este espacio de libertad se circunscribe al acuerdo de Schengen, al que pertenecen Francia, Alemania, los tres países del Benelux e Italia. El próximo día 25 firmarán su ingreso España y Portugal.

Schengen nació como un experimento para adelantar el beneficio de libre circulación de los ciudadanos al año 1991. Ahora, por la fuerza de los hechos, su entrada en vigor efectiva y total se retrasará hasta 1993. A causa de las diferencias entre los Doce, Schengen se convertirá en el único espacio sin fronteras internas posible, reducido a una parte de la CE.

Oposición del Reino Unido

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El Reino Unido rechaza la interpretación del artículo 8.a del Acta única como extensible a los ciudadanos. No quiere renunciar a sus controles sobre la entrada de extranjeros. Dinamarca, por su idiosincrasia nórdica, se niega a borrar su frontera con Alemania y esgrime razones de coste y de dificultad para armonizar el control de las fronteras exteriores a Doce. Irlanda y Grecia -sobre este país, por su situación geográfica, existen recelos- podrían intentar su ingreso en el grupo de Schengen.

La falta de acuerdo entre los ministros del Interior ha provocado una nueva reunión a nivel de expertos la próxima semana, y el 26 de junio los ministros intentarán de nuevo la firma del convenio, aunque "se tendrán en cuenta los problemas de un cierto número de países miembros", aseguró el ministro del Interior de Luxemburgo y presidente de turno de la CE, Marc Fishbach. "No será lo mismo viajar dentro de la Comunidad que en el interior de un Estado miembro", añadió. Esta contradicción con el derecho fundamental de la CE la debería resolver dos días después la cumbre de Luxemburgo.

Hace cinco años y medio, en diciembre de 1985, los Doce aprobaron el Acta única. Este texto está ratificado por los Parlamentos de todos los países de la CE. Los ministros del Interior interpretan ahora que las dificultades técnicas y las razones de seguridad imponen excepciones. Por ejemplo, el ciudadano de la CE, si viaja de Madrid a Londres en un avión que hace escala pero procede o tiene destino en un país no comunitario, sufrirá el mismo control que si fuera un extranjero de país tercero.

Los Doce han identificado 61 países a los que se impondrá el visado El acuerdo de Schengen impone 110 países, entre ellos, además de la República Dominicana, Bolivia, Perú y Colombia, a cuyos nacionales España dice que seguirá permitiéndoles entrar sin visado.

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