Amaya Iglesias, joven bailarina europea

Amaya Iglesias, de 16 años, ganadora en Heisinki del Premio Eurovisión en el Concurso Internacional para Jóvenes Bailarines, tenía previsto actuar anoche con el Joven Ballet de María de Ávila (JBMA), que se presenta por primera vez en Zaragoza, en el teatro Fleta. Con Amaya Iglesias se repite la ironía de que en un país que no atiende al ballet surjan bailarines que obtienen galardones internacionales. En Helsinki recibió el primer premio ex aequo en el concurso celebrado el pasado día 4, y, de vuelta a Zaragoza, Amaya Iglesias ensaya infatigablemente las variaciones de Paquita, El corsario y otras con la compañía que se presenta en la ciudad.

Tiene apenas 16 años, la mayoría de ellos vividos en la escuela que María de Avila abrió hace 37 años en Zaragoza. A finales de 1989, cuando Avila presentó su compañía semiprofesional en varias ciudades, Amaya Iglesias ya era una pequeña maravilla, la última gran obra de esa veterana maestra del ballet, artífice del éxito de bailarines que son hoy primeras figuras repartidas por el mundo, como Trinidad Sevillano, Arantxa Argüelles, Ana Laguna, Antonio Castilla, o ya maestros que repiten su éxito, como Víctor Ullate y Angela Santos.La joven bailarina, última de tres hermanas, todas componentes del JBMA, es un perfecto modelo de futura estrella: su técnica es comparable a la de una bailarina consumada que no la haya hundido en la rutina, en su aplomo en escena no pretende nunca esconder que todavía es una niña, y esto se convierte en un valor añadido. "Una bailarina muy joven puede tener ya cogida la técnica, y eso en mi caso creo que es bueno, pero no puede ser todavía una buena intérprete", recita como otra lección bien aprendida.

Coger tablas

El concurso de Eurovisión se lo ha tomado como "una experiencia para coger tablas", en la que tuvo que vencer los nervios, porque iba un poco coja con una herida. En seguida desvía su conversación al joven ballet de su maestra: "Es indignante que en España haya buenos maestros como María de Ávila, que ha demostrado su valor sacando los mejores bailarines, y no se les apoye", comenta viendo que posiblemente ella también tenga que hacer su carrera fuera de España. "De momento no he hecho más que estudiar, y quiero seguir con el Joven Ballet, pero no sabemos qué va a pasar con él, porque no hay dinero".La primera edición de este concurso bianual fue ganada por Arantxa Argüelles y Antonio Castilla, y en la tercera fueron premiados también María Jiménez e Igor Yebra, alumnos de Víctor Ullate. También en otros concursos de prestigio ganan premios los españoles, como Víctor Alvarez Caballero. Por eso la queja de esta adolescente hay que tomarla en serio.