El primer ministro de Argelia promete un Gobierno de personalidades independientes

El primer ministro argelino, Sid Ahmed Ghozali, anunció anoche que en los próximos días dará a conocer la composición del nuevo Gobierno, que estará formado por personalidades independientes. Ghozali, en su primer discurso televisado dirigido a la nación, hizo una crítica velada a las movilizaciones impulsadas por el Frente Islámico de Salvación (FIS) en los últimos días al afirmar que "la calle no puede imponer sus leyes con la violencia". Recalcó asimismo que no puede hablarse de "vencedores o vencidos".

Con una frase religiosa pronunciada en un escenario sumamente austero y en un tono sencillo y directo, el primer ministro se dirigió ayer a los argelinos. Explicó las gestiones y el diálogo que había entablado desde hace algunos días con los representantes de los partidos políticos y asociaciones, con el fin de configurar un nuevo Gobierno, y recalcó que sería un Gabinete de "diálogo y de apertura".Añadió que la primera tarea del Gobierno será restablecer la paz y la tranquilidad social para poder celebrar las elecciones legislativas y presidenciales anticipadas, y acabar desarrollar el proceso de reformas políticas iniciadas por el presidente, Chadli Benyedid. Recalcó por dos veces que las elecciones serían "limpias y claras". Ghozali rindió homenaje a las víctimas de los pasados incidentes y a las fuerzas del Ejército, afirmando que habían abandonado la política para dedicarse plenamente a velar por la seguridad del Estado. Animó también a los partidos políticos a preservar las instituciones del Estado y a ayudar en el proceso para conseguir la paz y la tranquilidad.

Mensaje de esperanza

Ghozali intentó, sobre todo, trasladar a los argelinos un mensaje de optimismo y de esperanza, sin retórica de ningún tipo, recordando que la base de este proceso es la democracia. Añadió que las elecciones se celebrarán "lo antes posible", sin indicar ni plazo ni fecha, pero hizo una alusión a primeros de noviembre, inicio de la guerra de la independencia, como el del principio de una era.Este es el tercer Gobierno que forma el presidente Benyedid en los últimos tres años. El primero fue el presidido por Kasdi Merbah, que fue destituido tras graves disensiones con el presidente de la República. La asintonía con Benyedid fue tan acusada que Merbah ha acabado saliendo del Frente de Liberación Nacional (FLN) y fundando su propio partido político. El segundo Gobierno es el del recién dimitido Mulud Hamruche, quien, por decirlo de una manera elegante, se ha ido sin ni siquiera despedirse.

La clase política argelina está atenta a la formación del nuevo Gobierno pero, además a otro acontecimiento: la celebración del próximo congreso del ex partido único FLN. El próximo 26 de este mes, el Comité Central del partido se reunirá en sesión extraordinaria para decidir la fecha de celebración del octavo congreso del FLN. El último congreso se celebró en diciembre de 1989 y el anterior tuvo lugar en noviembre de 1988, un mes después de la revuelta popular del mes de octubre.

El congreso del FLN establecerá su estrategia para las elecciones legislativas y presidenciales, y hará un balance de la etapa de renovación interna emprendida hace cerca de un año. No será una reunión tranquila, y todo el mundo espera que afloren las graves tensiones descubiertas en el mes de junio de 1990, a raíz del fracaso de las elecciones municipales y del triunfo de los integristas.

En aquella ocasión se produjeron importantes fugas del aparato del Frente, mientras los sectores bumedianistas se atrincheraban en los despachos reclamando un debate interno y el retorno a las fuentes. El congreso que ahora se anuncia ha sido reiteradamente aplazado por razones de la estrategia política diseñada por Benyedid, pero los incidentes de la semana pasada lo hacen ya inevitable. Estos aplazamientos han provocado la crítica de los demás partidos políticos.