Más del 50% de los aparatos de los parques infantiles deben ser prohibidos, según la OCU

, El accidente de Sergio Argelina, un niño de 13 años que permanece desde hace dos semanas en estado muy grave en la UCI del hospital Severo Ochoa, de Leganés, ha desatado la polémica sobre la peligrosidad de los parques infantiles. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha actualizado para la ocasión un informe difundido en el número de abril de su revista y en el que llegaba a una conclusión dramática: todos los parques analizados son potencialmente peligrosos para los usuarios, y más del 50% de los aparatos utilizados como juegos deberían estar prohibidos.

Lo que le sucedió a Sergio les sirve a los responsables de la OCU como prototipo de los innumerables accidentes que se repiten a diario en la mayoría de los parques de las ciudades españolas. El agravante, en esta ocasión, estuvo en el volumen y peso del juego que se le vino encina a Sergio: una esfera de barras de más de 100 kilos de peso, cuyos anclajes se habían desprendido del bloque de cemento que la sujetaba al suelo.

El informe de la OCU era y S sue siendo contundente. Tras rcalizar una investigación de campo en 32 áreas recreativas infantiles, entre ellas las existentes en los 15 parques más importantes de Madrid, se afirmó que "ningún parque visitado está libre de peligro y la mayoría presentan serios riesgos para los niños que se aventuren a jugar en ellos". El argumento va más allá y especifica que "incluso en entornos de gran belleza y bien cuidados, las zonas de juegos estaban en condiciones deplorables".

José María Múgica, portavoz de la OCU, insiste en que la situación, lejos de mejorar desde la exposición de la denuncia, ha empeorado, "porque el tiempo pasa y deteriora el estado de las chapas de algunos aparatos". Múgica se lamenta, además, de que el estudio no "haya provocado por el momento ninguna reacción, aunque la concejal de Medio Ambiente, Esperanza Aguirre, prometió estudiar el tema".

Peligro en la Casa de Campo

El responsable de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Madrid, José Luis Mato, reconoce la realidad de algunas carencias en determinados parques, pero precisó que la conservación de estas zonas verdes está descentralizada y es competencia de las distintas juntas de distrito. Además, señaló el interés municipal por -adecentar y mejorar estos entornos".

El principal peligro de estos parques infantiles son los aparatos que se colocan para fomentar el disfrute de los niños. "1N4ás del 50°/ de los juegos instalados en los parques madrileños deberían de estar prohibidas, y el 90% de los montados en la Casa de Campo deberían de ser destruidos", según el portavoz de la OCU.

Múgica califica de "impensable que una bola de 100 kilos pueda servir para el juego de unos niños" con relación al suceso ocurrido en Leganés. Y apunta otros posibles juegos peligrosos, muchos de ellos implantados en parques, que tienen además superficies muy duras. Los más preocupantes: "Los columpios de tres plazas, que dejan al niño que se balancea en el medio sin salida; los balancines, que cada vez que dan un golpe en el suelo es como un latigazo a la columna; las edificaciones de madera no tratada, algunas, como las del Retiro, que alcanzan hasta dos metros y medio de altura y que no cuentan con protecciones".

Vacío legal

La OCU denuncia la inexistencia de una normativa específica que regule el diseño y la concepción de estos parques, así como el tipo de aparatos de diversión que se pueden utilizar. Los consumidores no pueden cuantificar el número de accidentes que se producen en estas zonas, "porque los padres cuando ocurre algo y llevan al niño a la casa de socorro, no dicen que vienen de un parque infantil".

José Luis Mato ha indicado, por su parte, que el Ayuntamiento ha renunciado a juegos como el tiovivo y los balancines, "y en los columpios se ha sustituido la silla por un neumático". Mato, que asume la existencia de cierto riesgo en todos losjuegos,reconoció que el columpio no se puede eliminar "porque es el más solicitado, y podríamos enfrentarnos con protestas vecinales".

Según fuentes de la OCU, todavía no existe ninguna normativa que aclare o delimite las responsabilidades de los Ayuntamientos u otros organismos en caso de producirse accidentes, por lo que a los perjudicados únicamente les queda recurrir a la vía judicial para tratar de obtener una satisfacción económica.

En el caso de Leganés, el Ayuntamiento sostiene que tanto el parque infantil donde el pequeño Sergio Argelina sufrió el dramático accidente, así como los aparatos recreativos instalados en el mismo, son propiedad de la cooperativa Marconi, a quien, por ello, corresponde su mantenimiento y conservación.