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Las cadenas públicas europeas apoyan los dibujos continentales

Las televisiones públicas europeas se han quedado solas en el apoyo a la producción de dibujos animados de factura continental, frente a la invasión de productos japoneses. La competencia surgida en el nuevo panorama audiovisual europeo, donde han entrado con fuerza las televisiones privadas, centra el interés de los debates de la 18ª edición del Festival Internacional de Cine de Animación, que se celebra en Annecy (Alta Saboya, Francia), al que concurren 43 cortometrajes de 27 países.

Un productor independiente italiano pregunta a Luciano Scaffa, directivo de la RAI: "¿Puede decir cuánto se gasta la RAI en comprar dibujos animados italianos?". Scaffa le contesta: "No compro nada porque no hay nada que comprar. El dibujo animado italiano no existe". Respuesta del productor: "¡Ah!, estamos encantados de saber que no somos nada, que no existimos".La crudeza de Scaffa al describir el estado del sector de animación italiana es patética. Pero él está dispuesto a hacerla extensible al resto de Europa. Su pesimismo, o su realismo va aún más lejos cuando muestra su desconfianza hacia programas como Cartoon -un sistema de ayudas de 100 millones de ecus patrocinado por la CE para subvencionar la creación y producción europea de dibujos animados-.

Buenos y malos

"Yo quiero mucho a Italia, me gusta todo lo italiano, pero como no creo que nosotros seamos los mejores, no veo la necesidad de hacer dibujos italianos. No veo tampoco la necesidad de tener que apoyar a los productos italianos o franceses... He estado en Japón y he visto cosas buenas y malas, ¿por qué aquí sólo vemos lo dibujos malos? Alguien los compra. Somos nosotros los responsables de comprar eso dibujos malos, y nadie más".Scaffa encarna la contracorriente de lo que se exhibe y piensa en Annecy, un mercado patrocinado por el programa Media de la CE, la Sept, Canal + Francia, Libération y otros, en el que, además de comprar y vender, muchos productores independiente acuden con su proyecto bajo el brazo con la esperanza de que alguien quede seducido y le anticipe el dinero para llevarlo adelante. Si difícil resulta conseguir productores para el cine convencional, desarrollar cortos, series para televisión o cine en dibujos animados es una heroicidad, dada la complejidad y el despliegue de medios que requieren. En Annecy, el primer mercado del género de Europa, se compra y vende el 10% de la producción mundial del sector. Aquí vienen estudios del Este, producciones de Latinoamérica y del Tercer Mundo, y pequeños productores independientes españoles.

Este festival concederá hoy por primera vez el premio Cartoon de Oro, un galardón que se otorga a la mejor de las cinco producciones europeas que aspiran a él, entre las cuales no figura ninguna española.

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