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FERIA DE SAN ISIDRO

Pepín Jiménez quiere dejar de ser la eterna promesa

El diestro lorquino Pepín Jiménez, de 29 años y con 10 de alternativa, dispone esta tarde de su única oportunidad en la feria y asegura que no le queda otro remedio que aprovecharla si quiere dejar de ser la eterna promesa, calificativo del que ya está harto, aunque entiende que se lo digan. Jiménez, que está anunciado con Víctor Mendes y Niño de la Taurina, afirma que para lograr su objetivo nada mejor que lidiar toros de una divisa en alza y apetecida por las figuras, la de Fermín Bohórquez, uno de cuyos toros obtuvo el premio al más bravo en la corrida concurso del 2 de mayo en Las Ventas. El festejo será. televisado por La 2.La afición de Madrid siempre ha seguido con gusto las actuaciones de Pepín Jiménez, por sus maneras clásicas y artísticas, lo que sabe muy bien el diestro. "Es cierto que en esta plaza", admite, "se me quiere y yo he procurado corresponder, pues mis mejores faenas las desarrollé aquí".

Admite los altibajos de su carrera, aunque reconoce que él tiene parte de culpa, por la indolencia que le ha embargado en alguna ocasión, los atenúa: "También han influido dos cosas, la falta de contratos con cierta continuidad, y que en la mayoría de los cosos mi tipo de toreo, buscando la calidad y huyendo del pegapasismo bullanguero, no es muy valorado. Ojalá todos los públicos fuesen como el madrileño".

Jiménez, al que ofrecieron en principio actuar con la corrida de Peñajara, se alegra del cambio por la de Bohórquez, cuyos toros mató el año pasado en la feria de Murcia. Quiere hacer borrón y cuenta nueva, porque estima que ya con su edad y una década de alternativa como experiencia, no puede dejar pasar más el tiempo: "Hoy me voy a quitar el sambenito de la eterna promesa, intentaré aplicar a tope la clase en lo que haga, que será todo... menos banderillear, claro, que para eso ya están mis compañeros".

Y sus dos compañeros, Niño de la Taurina y Víctor Mendes, prometen realizar buenos tercios de banderillas, porque ambos coinciden en valorar muy positivamente a los toros de Bohórquez, como resume el portugués: "Estos toros no son muy altos y además suelen embestir muy humilladitos".

Ambos se despiden de la feria, en la que han actuado tres tardes, con la idea de demostrar que sus contratos no se los ganan sólo con las banderillas. "Lo que ocurría hasta hace poco es que a los matadores banderilleros nos estrellaban con corridas imposibles en el último tercio", explica Mendes. Y Niño de la Taurina redondea: "Por lo menos hoy salimos con la ilusión de unos toros buenos en los tres tercios".

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