Servicio bueno, servicio malo

He recibido estos días dos cartas que creo pueden ser un ejemplo del diferente trato que recibimos de las empresas que nos prestan algún servicio.Por la primera, una compañía me comunica, después de seis años como cliente y sin ningún siniestro en mi haber, que no procederá a la prórroga de la póliza del seguro de mi automóvil. La carta no especifica el motivo de mi cese. Les llamo por teléfono: que mi agente ha sido dado de baja y que, por tanto, me echan; que me busque otro agente a ver si consigue que continúen considerándome cliente suyo; que en ese caso no saben si podrán mantener la bonificación por mi no siniestralidad. Hablo con mi nueva agente, que a su vez lo hace con el inspector de la compañía. No le da ninguna explicación convincente y le dice que yo les tengo que hacer un escrito para ver si tienen a bien reconsiderar su arbitraria decisión.

Con la segunda carta, la Compañía Telefónica me comunica que ha procedido a ingresar en mi libreta de ahorro la parte del importe de un recibo que facturaron indebidamente, y se disculpa por las molestias ocasionadas. Sólo tuve que llamar al 004 para reclamar.

Mis conclusiones. Primera: he llamado a mi nueva agente para que me busque una nueva compañía de seguros. Segunda: felicidades a la Compañía Telefónica por el trato recibido.-