Mancha Real

Escribo esta carta porque esta semana he leído en la prensa (en el periódico que usted dirige y en otros) una noticia que realmente me ha indignado y avergonzado. Me refiero, ¡cómo no!, al asalto y quema de las viviendas de famillas gitanas en Mancha Real, con los consiguientes heridos graves. Y la Guardia Civil asisitiendo impasible a la actuación de unos vecinos presos de un histerismo racista. La Benemérita alegó que no intervino porque no había nadie, y me pregunto si hubiera ocurrido igual de haberse tratado de la propiedad de alguien importante. Probablemente no. Luego, para poner la guinda, el pueblo entero se lanza a la calle, con su alcalde socialista al frente. En realidad, pienso que el motivo es siempre el mismo: nos molesta que a nuestro alrededor vivan personas distintas a nosotros y con una actitud ante la vidaigualmente distinta. Posiblemente estaríamos dispuestos a aceptarlos si asumieran nuestro estilo de vida, por otro lado bastante absurdo en muchos casos.

Naturalmente, son brotes, pero unos brotes que en los últimos tiempos están ocurriendo con demasiada regularidad por toda la geografía española, y ello da miedo; miedo de que pueblos enteros se lancen a tomarse la justicia por su mano, con unas cabezas llenas de ideas y opiniones de lo más retrógrado y atravesado a juzgar por algunas de sus declaraciones a la prensa. E indignación la actitud de los que precisamente deberían evitar hechos como los ocurridos.-