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Entrevista:

"Estamos saliendo del cascarón, con todas las consecuencias"

Miguel González

Lo primero que hizo ayer el almirante Gonzalo Rodríguez Martín-Granizo, jefe del Estado Mayor de la Defensa y máximo cargo militar del ministerio fue poner un telegrama de condolencia al responsable de la Guardia. Civil, Luis Roldán, por el salvaje atentado de Vic. Luego intentó poner orden en los papeles acumulados durante los tres días que estuvo en Bruselas, acompañando al ministro García Vargas en las reuniones en las que la OTAN ha sentado las bases del aparato militar de la posguerra fría. Aunque hoy es el Día de las Fuerzas Armadas, con el debate sobre la mili abierto en el Parlamento y en la sociedad, al almirante no le queda mucho tiempo para celebraciones.

Pregunta. ¿A qué se debe el escaso aprecio de los españoles por sus Fuerzas Armadas?Respuesta. Quizá el factor más importante sea que la sociedad española no se siente amenazada. Nuestra última guerra de independencia fue contra los franceses. Después, ha habido guerras coloniales, que nunca tienen la simpatía de la Nación, y por supuesto las guerras civiles mucho menos. En Holanda, Francia o Bélgica. que han sido invadidas dos ¡eces este siglo, la defensa nacional la tienen muy clara. Hay que reconocer, por otra parte, que en toda Europa ha habido durante la guerrafiria un sentimiento lógico de pacifísmo, con tintes antimilitaristas, que aquí también se ha dado. Existe además una parte no numerosa de la sociedad, pero muy activa, por convicción o por interés, eso no voy a juzgarlo, que nos ha heche un gran daño. También le voy a decir una cosa: Es más el ruido que las nueces.

P. La imagen de las Fuerzas Armadas está ligada a la de la mil¡, que para muchos españoles es una pérdida de tiempo.

R. El servicio militar es una prestación a la sociedad. Como dice la Constitución, un derecho y un deber. No cabe duda de que resulta una carga para los afectados. pero una carga de solidaridad con los demás. Esto se cuestiona ahora y río hace diez años. Así es la realidad.

España necesita unas Fuerzas Armadas. Cómo sean esas fuerzas es una decisión política. Nuestra obligación es sacar el mayor rendimiento del modelo que la sociedad nos dé. Yo personalmente tengo claro que el modelo mixto, de reclutas forzosos y voluntarios, no sólo es conveniente sino el único viable.

Es verdad que necesitamos gente mejor preparada y que nueve meses es muy poco tiempo para manejar ciertos equipos. Luego hay que incrementar el voluntariado. ¿Hasta dónde? Todo lo que se pueda. A mí me gustaría rebasar el 50% [de los efectivos]. Pero no podemos prescindir del servicio militar.

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P. La reducción de la mil¡ a nueve meses supone un reto para las Fuerzas Armadas.

R. Indudablemente. Habrá que preparar a la gente en mucho menos tiempo y mejor. Esa sensación de pérdida de tierrujo va a desaparecer necesariameti te porque tenemos el tiempo may contado. La reducción obligará también a arbitrar un sistema de regeneración de fuerzas. En un momento determinado tendríamos que echar mano, si fuera necesario, de los reservistas,

P. ¿Sería muy problemático reducir la mil¡ de una sola vez?

R. No puedo darle ese Jetalle. Desde luego es más facil hacerlo progresivamente, pero creo que se podría afrontar en un tiempo reducido, de tres a seis meses.

P. Antes ha mencionaci o la incorporación de reservistas. Parece que las mujeres podi ían ser movilizadas en caso de crisis.

R. Eso está en todos los ejércitos. Pero lo más importante no es la movilización de personal, sino la de recursos. Yo suelo mencionar la guerra de las Malvirías, en la que los británicos movilizaron su Marina Mercante, porque había unas leyes que lo permitían. Ése es un problema que hay que resolver en Espana.

El Golfo y los kurdas

P. En el último año las FAS españolas han tenido dos experiencias inéditas: la guerra del Golfo y, la ayuda a los kurdos.

R. Ha sido providenclal, no sólo para las Fuerzas Armadas, sino para la sociedad española, encerrada tanto tiempo eri sí misma. Si ocupamos un puesto en el mundo, del que nos aprovechamos, también tenemos que pagar el coste. Todos hemos aprendido mucho. Se hizo muy bien. Yo tengo una espinita clavacla, por que salgo fuera y sólo oigo elogios a nuestros barcos y llego aquí y me encuentro colgante que dice: 'no sé si llegaran o se hundirán por el camino', Duele que en la propia casa no se reconozcan los méritos. Cuando hay que criticar, que se crítique; pero cuando algo está bien hecho, que se diga. Respecto a los kurdos, no podíamos quedarnos, sentados viendo cómo se monrían. Ha sido una reacción de solidaridad, pero con fusil, como digo yo, porque no bastaba con viveres.

P. Ese tipo de operaciones se sabe cuándo empiezan, pero no cuándo acaban.

R. El problema en el norte de Irak no creo que dure mucho más. Naciones Unidas se va a hacer cargo del tema. No soy profeta, pero espero que en unos dos meses esté resuelta la vuelta de nuestra gente. Respecto a los buques, confío en que su labor termine también pronto.

P. Ha originado polémica que marineros españoles vayan a participar en el desfille de la victoria sobre Irak en Nueva York.

R. Eso va un poco con la personalidad de los norteamericanos. No le doy ninguna importancia. El que los países que han participado en la operación estén representados parece lógico, sería una falta de educación no invitarlos. Si hemos estado a las duras, estamos a las maduras.

P. Las Fuerzas Armadas españolas tenían hasta ahora una concepción doméstica de la seguridad, limitada a la Península e inmediaciones. A la vista de estas experiencias, algo ha cambiado.R. España s,ale del cascarón, se abre al exterior, con todas sus consecuencias. Y nos abrimos en un momento yo diría que oportuno, en el que se produce un cambio tremendo: acaba la guerra fría, se unifíca Alemania... No cabe duda que la concepción de la seguridad mundial cambia. Ahora todo nos afecta. No se concibe una crisis que no sea multinacional. Estamos metidos en una aventura fascinante: intentar una política de seguridad europea. Entramos, por voluntad popular, en la OTAN; y quiero aclarar que se respeta, profundamente, la forma en que entramos; no sólo por nosotros, que es nuestra obligación, ya lo creo, sino por los demás socios.

P. España tia dicho que está dispuesta a participar en las Fuerzas de Acción Rápida de la OTAN. ¿En qué va a consisitir esa participación?

R. Lo importante es que se crean tres tipos de fuerzas: una de intervención inmediata, que puede ser muy ligera, para mostrar la bandera y decir: 'si ustedme pisa a mí ya sabe *io que viene detrás'; luego está la fuerza de intervención rápida, sobre todo para el manejo de crisis, que es lo que veremos en los; próximos tiempos y ojalá no veamos muchas; y finalmente, las fuerzas principales de defensa y las de refuerzo, para caso de necesidad.

No está terminado ni con mu-

cho el diseño de estas fuerzas,

porque éso está ligado a la es

tructura de mando Y al concepto

estratégico, que aú r n se tienen

que decidir. Nosotros estamos

trabajando en ese sentido, pero

esta claro que lo que podamos

aportar se ajustará a*. modelo de

participación de España en la

OTAN y, naturalmente, sin nin

gún automatismo. Será la volun

tad política del Gobierno del

momento la que decida en cada

caso, y el mando será siempre

nacional, aunque se ceda el con

trol operativo. En los acuerdos

de coordinación dirernos exacta

mente lo que podríamos hacer.Control del Estrecho

P. Los acuerdos de coordinación tienen un marco geográfico limitado, mientras que la FAR actuará en toda la OTAN.

R. Pero el acuerdo sobre defensa del territorio español lleva como contrapartida la defensa del territorio de la OTAN. Luego ahí está la base para la planificación de nuestro apoyo en cualquier lugar de la Alianza.

P. ¿La futura Fuerza de Intervención Rápida española sería su aportación a la Alianza?

R. Decir eso sería ir un poco más lejos de lo que podemos en este momento.

P. La negociación con la OTAN sobre el control del Estrecho de Gibraltar ha tropezado con el Peñón.

R. Es un tema sensible, pero no estamos hablando del Peñón sino de un acuerdo de coordinación de fuerzas OTAN con España. Debe quedar claro, en todo caso, que la reivindicación española sobre Gibraltar.no disminuye en absoluto.

P. ¿Está España en condiciones de asumir la responsabilidad del control del Estrecho? Tenemos un déficit de rriedios muy importante en relación con la base británica de Gibraltar.

R. No tanto. Haber llevado a Rota el Cuartel General de la Flota ha sido muy importante. Por supuesto, hay que hacer más inversiones, sobre todo en comunicaciones. Pero yo diría que sí estaríamos en condiciones de responsabilizarnos del control del Estrecho de Gibraltar, hasta cierto punto, ya que nadie es autosuficiente.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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