La policía retira pancartas alusivas a Tiananmen en la Universidad de Pekín

Los estudiantes de la Universidad de Pekín volvieron a comprobar el martes que la vigilancia policial y del Partido Comunista Chino (PCCh) en el interior del campus no ha cedido, cuando en cuestión de minutos aparecieron los agentes, de uniforme y paisano, para retirar al menos una pancarta que colgaba de uno de los edificios y que rezaba: "Nunca olvidaremos el 4 de junio", en referencia a la sangrienta represión de la plaza de Tiananmen en 1989.

Desde las ventanas de uno de los dormitorios de la universidad se lanzaron también octavillas, firmadas por una desconocida "asociación de jóvenes chinos unidos", en las que se pedía a los estudiantes que se paseasen por el campus en la noche del próximo domingo día 2, vestidos de blanco en señal de luto por los compañeros muertos hace dos años. A pesar de la casi inmediata presencia de la vigilancia muchas de las octavillas ya habían sido recogidas por los estudiantes.Este breve incidente ha sido el primero del que se tiene noticia en la universidad en un año, y demuestra, a juicio de los propios estudiantes, que efectivamente no olvidan Tiananmen ni a sus compañeros muertos, sancionados, huidos o encarcelados, pero también que el control policial se ha reforzado, quizá en previsión de que no suceda lo que en la madrugada del 4 de junio del año pasado, cuando se vieron sorprendidos por las protestas y de los estudiantes en el interior de la universidad.

Coincidiendo también con la proximidad de este aniversario parece confirmarse la "rehabilitación política parcial" y sus nombramientos como viceministros de tres destacados líderes que habían estado muy próximos a Hu Yaobang y Zhao Ziyang, los dos últimos secretarios generales del PCCh considerados como refórmistas.

La rehabilitación, aunque a un puesto de mucha menor importancia, de Hu Qili, Yan Mingfu y Rui Xingwen, que habían sido, respectivamente, uno de los seis miembros permanentes del Politburó del partido encargado de ideología, jefe del departamento del Frente Unido y miembro del Secretariado del Comité Central, ha sido una decisión personal del todavía máximo líder, a pesar de no desempeñar cargo alguno, Deng Xiaoping. El patriarca chino, que puede recordar que él mismo fue purgado y rehabilitado dos veces estando en los peldaños más altos del poder, trataría también con esta decisión de frenar a los sectores más duros del liderazgo y favorecer al moderado reformista.