Choques entre integristas y policías en los suburbios de Argel
Las Fuerzas de Seguridad actuaron ayer con contundencia contra los militantes integristas que pretendían extender y potenciar la huelga general ilimitada convocada desde el pasado día 26 en Argelia por el Frente Islámico de Salvación. La protesta, que ayer cumplió su quinto día, está convocada para conseguir la anulación de las recientes reformas de las leyes electorales y de la convocatoria anticipada de las elecciones presidenciales, junto con las legislativas, que están previstas para el próximo día 27 de junio.La tensión y las montañas de basura siguen creciendo en las calles de Argel como consecuencia de la huelga general. La protesta ha conseguido por el momento la práctica paralización de los servicios municipales, en manos de los integristas desde las pasadas elecciones locales de junio de 1990. Los islamistas pretenden ahora extender la protesta al sector de la enseñanza y al abastecimiento de alimentos.
Piquetes de estudiantes integristas se dedicaron durante todo el día de ayer a recorrer los centros universitarios y de bachillerato intentando irrumpir en las clases y haciendo lo imposible para boicotear la celebración de los exámenes. Más de 350.000 alumnos de bachillerato temen no poder pasar las pruebas este año por causa de los incidentes provocados por el FIS, y lo mismo sucede en la Universidad, donde cuatro facultades de Argel han debido interrumpir sus actividades docentes.
Los ciudadanos de Argel, que un día se sumaron al regocijo del FIS, que logró derrotar al ex partido único FLN en las elecciones locales, empiezan ahora a mostrarse críticos y temerosos por la política de desestabilización de los islamistas. Reclaman la presencia y la actuación de las Fuerzas del Orden Público, que ha empezado ya a notarse en algunos barrios extremos de la ciudad de Argel, donde se registraron las primeras escaramuzas.
Abassi Madani y Alí Belhadj, los dos máximos responsables del Movimiento Radical Islámico, han declarado que la protesta continuará mientras ellos no la desconvoquen personalmente. Esta afirmación está a punto de provocar una tempestad en el seno del Frente Islámico, donde los demás miembros del Consejo Consultivo reclaman también el derecho a dirigir el partido y a parar la protesta en el momento que lo crean conveniente.
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