CC OO y UGT elaborarán un Plan conjunto, de competitividad alternativo al de Solchaga

Veinticuatro horas después de la oferta sobre competitividad lanzada por el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, sindicatos, patronal y entidades profesionales se mostraron ayer desde hostiles y escépticos a cautos y esperanzados ante la propuesta, basada en el reparto de las mejoras de productividad como baremo para decidir los aumentos salariales. UGT y CC OO acordaron elaborar una "alternativa de progreso" al plan de Solchaga.

Ayer mismo, las ejecutivas de CC OO y UGT analizaron por separado el plan. Ambos sindicatos acordaron la elaboración de una alternativa unitaria al proyecto de Solchaga, basada en la Propuesta Sindical Prioritaria (PSP), que recoja el punto de vista sindical sobre competitividad, política industrial y modernización sectorial. Esta alternativa "desbordará los aspectos exclusivamente salariales y hará especial hincapié en la potenciación de la vivienda social, el control y eliminación de las horas extraordinarias, el aumento y perfeccionamiento de los sistemas de contratación y la generalización de la cláusula de revisión para los empleados públicos", según declaró Agustín Moreno, secretario de Organización de CC OO.Para el secretario de Organización de UGT, Apolinar Rodríguez, la propuesta de Solchaga "no aporta nada y se basa en argumentos gastados". El dirigente sindical manifestó a este diario que Solchaga "se vuelve a equivocar cuando dice que el crecimiento de los salarios recorta el aumento real de la economía". En términos semejantes se pronunciaron los sindicatos USO y ELA-STV.

Comisiones Obreras emitió ayer un duro comunicado en el que calificaba de "veladas amenazas del ministro de Economía la necesidad de generar un superávit en las cuentas del sector público cuando se está desarrollando una reforma del IRPF que mantiene un desequilibrio tributario en contra de las rentas del trabajo y que va a suponer una pérdida de ingresos públicos de medio billón de pesetas". Para CC OO la propuesta de Solchaga sobre "el reparto de la riqueza entre salarios, empleo y excedente empresarial sólo recoge los mecanismos para establecer los salarlos reales, pero olvida cualquier propuesta sobre el control y canalización del excedente empresarial".

Sin embargo, el ministro de Trabajo, Luis Martínez Noval, aseguró ayer que el pacto debería servir precisamente para paliar la carencia "de instituciones que promuevan, faciliten, o hagan efectiva la participación de los trabajadores en los beneficios de las empresas", según informa Servimedia. Noval recordó las ventajas de combínar los pagos en efectivo con otros en acelones, valores o Íóndos de inversión, a fin de aurnentar el compromiso del trabajador con la empresa.

El consejero de Trabajo de la Generalitat, Ignasi Farreres -antiguo responsable cle personal de La Caixa- alabó, por su parte, la iniciativa de Solchaga aunque advirtió que los síndicatos tienen razón cuando proclaman que la competitividad "no es una mera cuestión salarial". Farreres resaltó como especialmente positiva la insinuación de Solchaga de reformar los mecanismos de subsidio al desempleo en favor de aumentar las dotaciones a formación que propicien la reinserción laboral del parado.

Escepticismo patronal

Alfredo Molinas, vicepresidente de la patronal CEOE y presidente de Fomento del Trabajo Nacional, manifestó que la propuesta de Solchaga "no supone en absoluto ninguna novedad pues los convenios laborales ya vienen incluyendo desde hace años la claúsula de revisión salarial". Para el vicepresidente de la CEOE, "el Gobierno no ha explicado qué medidas, de las muchas que tiene a su alcance, va a utilizar para defender la competitividad. Estas pasan por decisiones de política fiscal y de gasto público en favor de la inversión, política energética, formación e infraestructuras".

El Círculo de Empresarios advirtió que la mejora de la competitividad requiere que el sector público sea competitivo y eficiente. "La propuesta de Solchaga debe ser bienvenida, como todo lo que ayude a fomentar y mantener la competitividad", declaró ayer Fernando Ballesteros, secretario general de la asociación.

Para el presidente del Círculo de Economía, Carlos Tusquets, la oferta de Solchaga "es globalmente vállela pero debería contemplar también que una parte de los aumentos de productividad se constituyeran en ahorro destinando parte de ellos a nutrir fonelos de pensiones colectivos".

En opinión del catedrático de economía Fablán Espapé, la oferta supone un "importante adelanto sobre otras manifestaciones anteriores de Solchaga y garantiza el poder adquisitivo de los salarios".