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El enfriamiento económico provoca la mayor caída del empleo y la actividad de los últimos cuatro años

Los efectos del enfriamiento ya han llegado al empleo. La ocupación, sobre todo en la industria, ha notado durante el primer trimestre de este año el impacto de la desaceleración de la economía y, dentro de ella, de la inversión. Los más afectados, además, han sido los trabajadores eventuales. Y el resultado de este frenazo en la creación de empleo no ha sido un aumento del paro sino una considerable caída de la tasa de actividad. Esos jóvenes desempleados se han ido a su casa.

El descenso simultáneo de la actividad y del empleo es el dato más destacable de la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre en opinión de los economistas de FEDEA. "Se ha producido un descenso de la Población activa que no tiene parangón en los últimos años", aseguran. Y lo más sorprendente, añaden, es que el descenso se concentra entre los jóveries entre 16 y 24 años.La tasa de actividad es el porcentaje de la población en edad laboral que o tiene un empleo o lo está buscando. Esta tasa ronda el 49% desde 1987, lo que significa que poco menos de la mitad de la población en edad de trabajar y sin minusvalías que se lo impidan tiene interés en en grosar el mercado de trabajo. La "sorprendente" caída de la actividad a la que se refieren los expertos de FEDEA puede tener su explicación en el tipo de empleo donde se concentran los mayores recortes. La ocupación temporal se ha reducido en el primer trimestre de este año por primera vez desde 1987, cuando esta ha sido, precisamente, la que ha concentrado la mayor creación de nuevos puestos de trabajo durante los últimos años.

161.000 puestos de trabajo

Cae el empleo eventual y, además, el recorte se concentra en la industria. Durante el primer trimestre de este año se destruyeron 61.000 puestos de trabajo en la industria. Este recorte no es atribuible a factores estacionales, toda vez que "un descenso de tal calibre en el número de trabajadores de la industria no se había producido desde 1985", según destacan en FEDEA.

La concentración de este descenso de la ocupación en la industria es el dato de la áltima EPA más preocupante para la CEOE, el Consejo de Cámaras de España y el Instituto de, Estudios Económicos (IEE).

"La caída de la ocupación se concentra en el sector indastrial porque éste es el más expuesto a la competencia internacional", asegura José Folgado, director de economía de CEOE. También Gonzalo Solano, jefe del servicio de estudios del Consejo de Cámaras de Comercio de España, consídera que "la Industria es el sector más perjudicado, pues no puede repercutir como otros sectores los aumentos de costes a los precios". Cristóbal Montoro, experto del IEE, incide en la misma idea. "La desaceleración de la economía se está cargando sobre el sector industrial", sentencia.

¿Y eso por qué? El primer motivo, apuntado por Folgado y Solano, es que las empresas que quieren exportar o que deben competir aquí con productos importados no pueden trasladar a sus precios los aumentos de costes con la misma impunidad que las del sector servicios o las empresas públicas con precios administrados. El segundo es, en opinión de Montoro, que "la desaceleración ha llevado a una caída en la Inversión de bienes de equipo, y con menor inversión puede crearse menos empleo".

La secretaria de empleo de Comisiones Obreras, Salce Elvira, propone una explicación alternativa a las dos primeras. A su juicio, "se destruye empleo industrial porque durante los últimos años no se ha hecho una política de industrialización". Comisiones Obreras considera que no se destruiría empleo en la industria si hubiera "un proyecto industrializador en este país que dijera qué sectores hay que potenciar".

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