Los mandos ordenan extrema prudencia a los legionarios de permiso en Melilla

Los 1.000 legionarios del acuertelamiento Millán Astray del Tercio Gran Capitán, de Melilla, han recibido instrucciones de sus mandos de extremar la prudencia en su comportamiento con los habitantes de la ciudad durante los permisos de fin de semana que comenzaron a disfrutar ayer. Fuentes próximas a este cuerpo indicaron ayer que poco después de producirse los sucesos del barrio musulmán Reina Regente los mandos ordenaron reforzar las guardias, que han pasado de los ocho legionarios habituales a 12. Los soldados y oficiales que estaban de guardia en la noche del asalto continúan arrestados.Normalmente las guardias están compuestas por dos oficiales, un suboficial y ocho legionarios que pueden ser indistintamente cabos. Ésa era, según todos los indicios, la cifra de soldados del retén la noche del 20 de mayo, cuando un grupo indeterminado de legionarios -la pertenencia a este cuerpo ha sido confirmada ya por el juez que instruye el caso- abandonó el cuartel para dar "un susto" a los vecinos del barrio musulmán Reina Regente de Melilla.

Los jóvenes legionarios, vestidos con ropa de paisano, se confundían ayer en las calles de la ciudad con los centenares de soldados de reemplazo que disfrutaban del permiso del sábado.

Por su parte el Juez Ezequiel García, que instruye las diligencías del caso, sigue sin dai por concluida la investigación, aunque el fiscal que le auxiliaba en esta tarea- Francisco Jiménez Colmenero, abandonó ayer Melilla.