Vittorio Gassman debuta en el cine español

Vittorio Gassman, con dos maletas y un aspecto entre cansado y enérgico, llegó el martes a Barcelona. El actor italiano, de 69 años, permanecerá cerca de dos meses en la ciudad para participar en el filme El largo invierno del 39, que dirige Jaime Camino, en el que interpreta el papel de un mayordomo. "No es la primera película que ruedo en España, pero sí la primera vez que trabajo con un director y un equipo españoles", dijo Gassman, que también prepara un montaje teatral sobre Moby Dick que estrenará como director y actor en 1992 en Génova y presentará en la Expo de Sevilla.

Gassman sonríe educadamente antes de sentarse en el bar del hotel barcelonés que le servirá de casa durante este tiempo, pide "el último cigarrillo" y explica, pausadamente, las razones que le indujeron a aceptar participar en esta película. "Lo principal para decidirme fue la lectura del guión", dice. "Me pareció muy interesante, muy ambicioso y bien construido. Es un guión sin retórica, muy directo, y me parece que da una visión objetiva y no partidista de la historia. También conocía el nombre de Jaime Camino, que es un hombre muy respetado en el cine, y mi amigo Ettore Scola también me habló muy bien de él".Sobre su personaje, el mayordomo de una familia bien barcelonesa que, durante la guerra civil, está enfrentada entre la rama republicana y la nacional, se muestra mucho más parco. "Las películas tienen que verse cuando están acabadas", comenta, aunque después añade que es un personaje interesante que, además, le permite interpretarlo en diferentes momentos de su vida: "Es el último que queda en la casa, el testigo de todas las historias".

En España, todavía se recuerda su interpretación en La terraza, de Ettore Scola, pero en Italia estrenó hace medio año la película Tolgo il disturbo (Dejo de molestar), de Dino Rissi, director con el que ha realizado numerosas películas, y con la que el actor está muy entusiasmado. "Mi papel es el de un loco que sale de un asilo tras 20 años de reclusión e intenta reintegrarse a la sociedad". Entre este filme y el que ahora va a empezar a rodar con Camino, sólo ha pisado un plató durante un día. "Hice un papel pequeño, pero bonito, en la película Rossini, de Mario Monicelli. Yo soy Beethoven".

Tras la fuerte depresión que sufrió hace casi dos años, Gassman ha vuelto al trabajo con nuevas energías y proyectos. "El trabajo es una de las mejores defensas para la depresión", afirma. "Hay momentos en que no se tienen fuerzas para hacer nada, pero para pensar sí. Y cuando las cosas van mejor, vuelven las ganas. Ahora tengo muchas ganas, no de trabajar en cualquier proyecto, sino de hacer cosas que me interesan".