Los dueños de los productos nocivos almacenados con alimentos declaran al juez
Los representantes de las empresas que tenían depositados 34,540 kilos de productos químicos nocivos en un almacén destinado a conservar alimentos congelados declararon ayer ante el juez de instrucción número 28 de Barcelona sobre las características de los productos y las razones por las que se encontraban en ese lugar.
Los laboratorios del Área de Salud Pública del Ayuntamiento están analizando las muestras de productos requisados por la Guardia Urbana en una operación en la que se inmovilizaron 101.609 kilos de alimentos congelados de la empresa Frigoríficos Comerciales SA, situada en la calle Almogávars de Barcelona, por estar caducados o presentar otras irregularidades. Entre los alimentos había 801 kilos de carne de caza depositados por el restaurante Orotawa, que en el momento de la inspección no estaban amparados por una guía sanitaria que acreditase su procedencia y estado sanitario.Las cámaras en las que estaban los alimentos han sido precintadas por orden del juez, quien indaga si existe delito contra la salud pública del que sería responsable la empresa frigorífica, y otro de riesgo, imputable a las empresas depositarias de los productos químicos.
Al margen de la actuación judicial para dilucidar posibles responsabilidades penales, el coordinador del área de Salud Pública del Ayuntamiento de Barcelona, Eduard Spagnolo, cree que de la investigación realizada hasta ahora se desprenden tantas irregularidades que, sumadas, pueden catalogarse como una falta muy grave. En consecuencia, Spagnolo elevará el expediente al Gobierno de la Generalitat y propondrá que la empresa sea severamente sancionada.
Responsabilidades eludidas
Los representantes de las empresas químicas llamadas a declarar -Báyer Hispania, Morchen SA, Productos Químicos Montolil, Preymer SA y Comindex- negaron efectos tóxicos a los productos almacenados, aunque admitieron que algunos podían ser nocivos. Eludieron, sin embargo, cualquier tipo de responsabilidad en la posible mezcla con los alimentos, en caso de que esta se hubiera producido, alegando que Ia responsable de la organización interna de las mercancías era la empresa Frigoríficos Comerciales SA.Enrique Salas, de Preyrner, afirmó que venía almacenando sus productos químicos en este almacén desde hacia unos diez años, que nunca se había producido ningún problema y que los bidones estaban perfectamente precintados. El representante de Bayer declaró que la empresa tenía almacenados en Fricosa bidones de lacas para automóviles con el objeto de garantizar una temperatura baja que mantuviera la calidad del producto. Por su parte, el abogado de Comindex aseguró que la empresa desconocía por completo que en ese almacén se guardaran también alimentos.
Algunos de los bidones de productos químicos se encontraban junto a los alimentos, a pesar de que en las etiquetas se especificaba que no debían ser almacenados junto a productos destinados al consumo humano.
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