Robert Gates, propuesto como nuevo jefe de la CIA

El presidente de Estados Unidos, George Bush, nombró ayer a Robert Gates, uno de sus consejeros de seguridad nacional, nuevo director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA). Si el Senado confirma su nombramiento, Gates reempIazará a William Webster, quien se jubiló la pasada semana. Esta es la segunda vez que Gates aspira al cargo.

Ronald Reagan trató de nombrarle hace cuatro años, pero una comisión del Congreso se lo impidió al relacionar a Gates con el escándalo Irangate. Bush ha declarado ahora que no tiene "ninguna duda" de presentar la candidatura de su consejero."Estoy convencido de que Bob [Gates] mantendrá una fuerte y sensata CIA y que facilitará el tipo de información que América necesita para mantener su papel de líder del mundo libre", dijo el presidente una hora antes de recibir a la reina Isabel II, que ayer comenzaba una visita oficial de nueve días.

El presidente explicó, en una conferencia de prensa celebrada en la Casa Blanca, que el nombramiento de Gates se había estudiado con sumo cuidado. Bush reconoció que había consultado su idea con algunos líderes del Senado y declaró que se mostró "satisfecho" con sus respuestas. El Senado debe confirmar el nombramiento de Gates en las próximas semanas. "[Gates] es un buen hombre y estoy orgulloso de proponer su nombre al Senado", comentó Bush, quien personalmente ocupó la dirección de la CIA entre 1975 y 1977.

El director de la CIA tiene gran poder. Además de controlar los servicios de espionaje e información de EE UU, una tela de araña que cubre todo el mundo, dirige y coordina la Agencia de Seguridad Nacional y la Agencia de Inteligencia de la Defensa, que engloba todos los servicios de información militar. La CIA tuvo un importante papel durante la guerra del Golfo.

Gates conoce las interioridades de la CIA como nadie. Entre 1982 y 1986 fue subdirector de la agencia y llegó a ser director en funciones tras la muerte de William Casey, el polémico director de la CIA al que se acusó de cubrir la venta secreta de armas a Irán que desembocó en el Irangate.

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