Encontronazo entre Solchaga y Benegas por los paros

Los paros iniciados ayer en algunas empresas públicas en plena campana electoral, por la convocatoria de los sindicatos CC OO y UGT, enfrentó ayer en su valoración al ministro de Economía, Carlos Solchaga, y al secretario de Organización del PSOE, Txiki Benegas. Mientras el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, señaló que la huelga tiene un carácter político, Txiki le restaba importancia y la despojaba de esa condición.Solchaga, aseguró que es difícil entender esta oleada de huelgas" y añadió que los argumentos esgrimidos por los sindicatos para convocar paros en los servicios públicos durante la campaña "no tienen fundamento ni justificación" en términos laborales. "NI con la mejor buena fe puede entenderse esta casualidad", agregó. Horas más tarde, Txiki Benegas, contradijo en Zamora a Solchaga al recalcar que los sindicatos ejercen su derecho de huelga y que los dirigentes sindicales habían asegurado que los paros no tienen que ver con el proceso electoral.

La ministra portavoz del Gobierno, Rosa Conde, criticó la postura de UGT en la cadena de huelgas que han comenzado en el sector público. En Santa Coloma de Gramenet (Barcelona), Rosa Conde declaró: "El Gobierno no entiende cómo un sindicato como UGT se presta a esta finalidad política de las huelgas".

El ministro de Trabajo, Luis Martínez Noval, ironizó ante la convocatoria de una gran manifestación de trabajadores de las empresas públicas 48 horas antes de los comicios. "Ha debido de haber causas técnicas muy poderosas que han impedido llevar a cabo esa convocatoria los días 27 o 28", dijo.

Actitud de la oposición

Todos los partidos de la oposición se situaron ayer en la cancha contraria al Gobierno y aprovecharon la huelga para atacar al Ejecutivo. Así, José María Aznar, presidente del PP, aseguró en Salamanca que esta huelga no beneficia al PP. Aznar recordó que el Gobierno había incumplido su compromiso de 1989 de regular el derecho de huelga, aspecto sobre el que se mostró partidario de llegar a un acuerdo con las centrales.

El presidente del CDS, Adolfo Suárez, y la caravana de prensa que le sigue en la campaña electoral fueron ayer víctimas de la huelga en Iberia. La salida desde Madrid hacia Palma de Mallorca se retrasó más de tres horas, aunque al final Suárez pudo viajar en un avión privado.

Respecto a las movilizaciones en el sector público, Suárez señaló que los motivos son sindicales y no políticos. Dijo que era necesario una ley de huelga que garantice los servicios mínimos esenciales junto con el ejercicio de este derecho constitucional.

Julio Anguita, coordinador general de IU, se mostró cauteloso al enjuiciar la huelga por temor a que se le acuse de "electoralismo". "Los sindicatos pueden convocar acciones cuando estimen conveniente", opinó.