Las superpotencias tratan de convencer a Israel de que más le vale negociar
Israel se encuentra cada vez más encajonado entre las superpotencias y los países árabes. A sus espaldas, por medio del teléfono rojo entre la Casa Blanca y el Kremlln, los presidentes de EE UU y de la URSS planchan las arrugas del plan de paz que el jefe de la diplomacia norteamericana, James Baker, lleva en procesión por los países de la zona. Esta fue la expresión utilizada anoche por el presidente George Bush al dar cuenta de la larga conversación mantenida la víspera con Mijaíl Gorbachov.El secretario de Estado norteamericano dijo anoche en El Cairo, después de reunirse con su homólogo soviético, Alexandr Besmértnij, que había "más puntos de acuerdo que de discrepancia" entre las partes sobre la convocatoria de una conferencia de paz sobre Oriente Próximo, aunque admitió que había que continuar trabajando para acercar posturas. Baker no logró, sin embargo, flexibilizar la actitud de Siria sobre las condiciones para que la conferencia de paz pueda realizarse.
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