La ganadería de Escolar debuta en el abono
Tomás Campuzano, Oliva y Carretero torean la primera corrida dura de la feria
Los toros de la divisa madrileña de José Escolar, encasillada dentro de las que se consideran duras, se lidian esta tarde por primera vez en su historia en la feria de San Isidro. El ganadero se muestra confiado en el juego de estos toros, "que no son tan duros, aunque las figuras los rechacen", dice, y califica de valientes y profesionales a los diestros que los matarán, Tomás Campuzano, al que aún queda otra tarde en la. feria, y Emilio Oliva y José Antonio Carretero, que se despiden de la misma.
A Escolar, que cuando compró esta ganadería hace 10 años sólo conservó las reses procedentes de Victorino Martín, no le gustan as estructuras actuales de la fiesta que permiten a las figuras condicionar con sus exigencias el tipo de toro que dan las ganaderías denominadas comerciales: `Yo crío mis toros para los aficionados, no para los toreros, aunque eso me cueste no ganar dinero, pero no me importa, por que lo gano con mis otros negocios y puedo permitirmelo".Rechaza el calificativo de terroríficos que recibieron sus toros en la famosa corrida de la oportunidad, celebrada en Las Ventas en 1988: "El calificativo justo para ellos es el de encastados, lo que ocurre es que las figuras de hoy no están acostumbradas a la casta y prefieren el toro bobo". Pone como, ejemplo que con sus toros han alcanzado grandes triunfos diestros como Tomás Campuzano, Niño de la Taurina y Fermín Vioque.
El ganadero pondera al público de Las Ventas, al que considera torista y el más entendido del mundo con diferencia: "Lidiar aquí es una maravilla, porque los aficionados, incluyendo en un lugar destacado a los del tendido siete, saben valorar a los toros y a los toreros. Por eso a las figuras de hoy, que tantas pegas ponen a toros como los míos, les es tan difícil triunfar en Madrid, mientras se hartan a cortar, orejas en otras plazas".
Tomás Campuzano recuerda que en las pocas veces que ha lidiado los toros de Escolar éstos han salido muy desiguales: "Hombre, en teoría los hay mejores, pero a Madrid hay que venir con ganaderías encastadas, aunque sean más duras que las comerciales, y, sobre todo, de las que no suelen caerse, como sucede con la de Escolar".
Este sevillano de 34 años, busca un éxito que nunca le ha sonreído en la feria de San Isidro desde que tomó la alternativa en 1979: "He estado cerca algunas veces, pero nunca redondeé. Menos mal que soy muy cabezota y no pienso retirarme hasta que lo consiga". Campuzano, al que le queda otra tarde en la feria, hace hoy su quinto paseíllo de esta temporada. Un triunfo semejante busca también Emilio Oliva, nacido en Madrid hace 27 años y criado en Chiclana (Cádiz), de donde se considera. "Yo lo tengo más difícil que Campuzano", afirma, "porque la empresa de Las Ventas me ha tratado injustamente al anunciarme sólo una tarde en la feria y con una divisa de las más dificiles". Pese a ello, Oliva se muestra optimista: "Tengo una intuición especial de que la mala suerte que me ha acompañado otros años en Madrid, sobre todo con la espada, se va a tornar en fortuna ahora". El diestro sólo ha toreado una tarde en 1991. A José Antonio Carretero, 23 anos, que acaba de llegar de su -triunfal campaña americana, no le importa que su primer compromiso de la temporada española y su única tarde en la feria sean frente a una divisa dura: "'Estoy acostumbrado ya a estos platos y no me quejo". Carretero asegura encontrarse en su mejor momento de madurez profesional y aspira a recuperar el nivel que tuvo como novillero en Madrid, donde salió a hombros en dos ocasiones.
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