Rushdie rehusa retirar del mercado su libro 'Los versos satánicos'

Salman Rushdie respondió ayer a la retirada de apoyo de dos de los imames que aprobaron su entrada en la fe musulmana negando a nadie el derecho a poner en duda su islamismo y pidiendo la extensión de la tolerancia que se reclama para las minorías en el contexto nacional a quienes mantienen puntos de vista distintos dentro de una propia minoría. El autor de Los versos satánicos dice que no retira su libro para evitar que la prohibición lo haga más deseable.

Los dos imames reconocieron públicamante el pasado viernes su error al avalar la conversión de Rushdie en diciembre y leyeron un mea culpa, preparado por una treintena larga de sabios musulmanes de todo el país, en la que se reiteraba la condena de Rushdie por apóstata ante su negativa a repudiar Los versos satánicos."Soy un musulmán", escribe Rushdie en una carta dirigida al diario The Independent. "Es una cuestión de conciencia y ningún ser humano puede cuestionarla". Para el escritor, retirar su novela "sería un desastre" porque "volvería a poner la controversia al rojo vivo". El escritor equipara la polémica con la que en su día afectó a el Ulises, El amante de Lady Chatterley o Lolita, y sostiene que suprimir el libro provocaría una incontrolable invasión de ediciones piratas. Además, "creo que el estudio de esta novela es importante ( ... ) porque aquellos que olvidan el pasado están condenados a repetirlo".

Rushdie sostiene que "es muy peligroso que grupos minoritarios acepten la limitación de la libertad de expresión". "Si exigimos tolerancia y libertad en esta sociedad han de ser principios sociales fundamentales rectores de nuestra vida", escribe.

El escritor reitera que la novela fue un intento artístico serio, recuerda que ya pidió disculpas y dice que la negativa de algunos sectores a aceptar sus razones y el llamamiento al diálogo se debe a que para ellos "Rushdie es muy útil como enemigo o como fantasma". El autor dice que la vida sigue y que "deberíamos superar esta disputa" para poner la atención donde debiera estar: la destrucción de Bangladesh o la catástrofe de las regiones kurdas y shiíes de Irak.