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Entrevista:

"Hay que frenar la invasión japonesa"

La penetración de los automóviles japoneses en Europa se está convirtiendo en una de las grandes polémicas industriales de la Comunidad. La Asociación de Constructores Europeos de Automóviles ha aceptado la liberalización de las importaciones desde Japón tras un periodo transitorio hasta 1999, durante el que la cuota de mercado japonesa en el conjunto de la CE quedará limitada al 15% -mientras que en la actualidad es del 11%-. El presidente del grupo PSA (Peugeot y Citroën), Jacques Calvet, ha sido la única voz que se ha levantado contra la liberalización. "Para que la industria europea sobreviva, hay que controlar la invasión de coches japoneses", afirma.

Jacques Calvet, que el Jueves pasó unas horas en Barcelona para presentar el nuevo modelo Citroën ZX en el Salón del Automóvil, plantea una línea dura ante los japoneses. No desea cerrar el mercado de la CE, pero sí imponer condiciones duras: reciprocidad en la apertura del mercado japonés frente a Europa y mejora del nivel de vida en Japón hasta el nivel europeo, "para lograr una competencia leal".

Pregunta. El pasado martes, la Comisión Europea adoptó una posición conjunta para sus negociaciones con Japón. ¿Qué opinión le merece este proceso de negociación?

Respuesta. Los miembros de la Comisión han examinado la posición que quieren presentar a los japoneses, pero su preacuerdo debe ser ratificado por los ministros de Industria de los Doce. No estamos en el final de esta negociación, sino en el principio. Empieza muy mal, pero esperamos evitar estas decisiones tan negativas.

P. Se equivoca la Comunidad abriendo la puerta a los automóviles japoneses?

R. El Mercado Unico debe hacerse en interés de Europa, del empleo europeo y de la tecnología europea para que no nos convirtamos en países desindustrializados, no en interés de Japón. Creo que en estas conversaciones entre Bruselas y los japoneses, la Comisión se equivoca completamente sobre la naturaleza de la construcción europea.

P. ¿Qué condiciones exigiría usted para la apertura del mercado europeo a los japoneses?

R. En primer lugar, que lleguemos a tener una reciprocidad de Japón con la apertura del mercado del automóvil. Lo que no puede ser es que Europa tenga complejo de proteccionista ante uno de los países más cerrados del mundo. Y no sólo respecto a los coches. Debe haber una reciprocidad en totos los terrenos, como la agricultura, la banca, las telecomunicaciones. Y en segundo lugar, hay que forzar a Japón a que el nivel de vida de sus ciudadanos sea el que su economía permite, y ése no es el caso. El nivel de vida en Europa es más elevado que el japonés, porque en Japón todo está hecho para permitir a las empresas tener el máximo de la riqueza nacional. Hay una gran diferencia entre la organización socioeconómica de Japón y la europea. ¿Aceptaría un Gobierno europeo reducir el 15%, el 20% o el 30% el nivel de vida de los ciudadanos? No. No se puede decretar un descenso de los salarlos del 30%. Hay que asegurar que los gastos japoneses y los salarios japoneses aumenten para que la competencia entre Japón y Europa sea leal, sobre bases comparables.

P. ¿Cómo se encuentra el mercado japonés frente a las empresas europeas?

R. Durante mucho tiempo ha habido en Japón una serie de barreras administrativas y reglamentarias para evitar la entrada de coches no japoneses. Se han ido levantando ante nuestras peticiones. Pero subsiste una diferencia de precios muy fuerte. Además, está la mentalidad japonesa, tienen un temperamento insular y cerrado.

P. Qué cuota de mercado podría obtener Europa en Japón con una efectiva liberalización?

R. Actualmente, es de en torno al 4%. Si los jal5orieses creyeran en la división internacional de¡ trabajo y si no consideraran su industria la base sobre la que se funda toda la economía, sería del 40%.

"De momento no se implantará en España la jornada de cuatro días"

P. Peugeot ha empezado a aplicar la semana de cuatro días. ¿Hay posibilidad de implantarla en España?

R. Ese sistema se ha establecido sólo en la fábrica de Poissy (Francia), por un problema muy concreto de producción. No es una política general que queramos extender por todas partes. Por el momento no hay proyectos de ese tipo en España. No digo que no vaya a haberlos nunca, pero puedo decir que por el momento no hay nada en España. En los 10 días que llevamos, los resultados son buenos.

P. ¿En qué estado se encuentra el plan de reducción de 1.300 empleos en la planta de Peugeot en Villaverde (Madrid)?

R. Al ver que no había acuerdo con los sindicatos se ha retirado el plan, pero las necesidades de reducción subsisten. Vamos a seguir con una doble serie de contactos: con el Ministerio de Trabajo y con los sindicatos. Es inexacto, como ha deducido cierto sindicato, que PSA desee cerrar las fábricas de Villaverde (Peugeot) y Vigo (Citroën). Al contrario, le expliqué la semana pasada al ministro de Industria, Claudio Aranzadi, que deseo que esas dos fábricas sean tan competitivas como las demás del grupo. Y que ello significa precisamente que es necesaria una reducción de la plantilla en Villaverde.

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