Las polémicas relaciones

Ministros y altos cargos del PSOE se pronunciaron ayer sobre la coordinación entre el Gobierno y el partido. El ministro de Defensa, Julián García Vargas, respaldó a Serra y añadió: "Lo puede hacer muy bien, tan bien como lo hizo en el Ministerio de Defensa".Tanto el presidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina, como el ex ministro de Interior y de Transportes, José Barrionuevo, afirmaron que la coordinación entre partido y Gobierno está perfectamente regulada en los estatutos del PSOE, aunque reconocieron que, después del 32º Congreso Federal, "una ejecutiva reciente se ha tenido que coordinar con un Gobierno aún más moderno".

Para Leguina, es el presidente, Felipe González, quien debe coordinar ambas instancias, aunque delegue dichas funciones en el vicepresidente. "La ejecutiva debe limitarse a ejecutar las directrices del comité federal, máximo órgano entre congresos", advirtió Leguina.

El secretario de Política Institucional del PSOE, Abel Caballero, aseguró en Oviedo que apoyaba plenamente las declaraciones hechas por Alfonso Guerra el pasado martes, informa Javier Cuartas. Caballero agregó que "es necesario que haya un diálogo fluido entre la dirección del partido y los miembros del Ejecutivo, aunque hay cuestiones que deben ser abordadas directamente por Felipe González".

Por otro lado, el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, afirmó ayer que las pugnas en la cúpula del PSOE son un acontecimiento político "muy importante", porque a través de él "se definen las estructuras de poder" en el Gobierno y el partido socialista. Pujol hizo esta afirmación después de indicar que las conversaciones telefónicas de Txiki Benegas, las declaraciones de Alfonso Guerra y las réplicas de Narcís Serra son la expresión de una división entre el Gobierno y el PSOE.