Miura sigue en su sitio
Hacía ocho años que la legendaria ganadería de Miura no lidiaba sus productos en la Monumental. Su reaparición, a pesar del contratiempo de la suspensión después del cuarto novillo, no ha podido ser más feliz. Miura sigue en su sitio como ganadero escrupuloso y constante buscador, sin concesiones comerciales, de la bravura del toro de lidia. Aunque fuese con una novillada, el principal aliciente del festejo estaba en ese mítico nombre y a fe que nadie salió defraudado, empezando por la presencia del ganado, que fue de lujo, con capas variadas y hechuras que imponían respeto.En cuanto a su juego, el primero, de gran trapío, aprendió mucho durante la lidia, por lo que acabó muy difícil (a esas reses no se las puede dejar a su aire); el segundo, Guineo de nombre, aunque no se le podía dudar, fue noble y transmitióemoción con su encastada embestida; el tercero, el más en el tipo de la casa de los cuatro, tuvo el viaje corto y se defendía, quizás por falta de fuerza y, finalmente, el cuarto, Olivarero de nombre, tuvo fijeza en el caballo, se le dio duro en ese tercio, fue a más en la muleta, no se cansó de embestir con nobleza y tuvo una muerte de toro bravo (¿por qué no se le dio la vuelta al ruedo, que el público pidió con unanimidad?).
Miura / Porcel, Vázquez, González
Cuatro novillos de Eduardo Miura, de bella lámina y encastados (para el 4o se pidió la vuelta al ruedo). Manolo Porcel: aviso y silencio; oreja. Javier Vázquez: vuelta al ruedo. Cristo González: silencio. El festejo se suspendió por la lluvia después de la lidia del cuarto. Plaza Monumental, 28 de abril.
Manolo Porcel fue desbordado por el primero, que acabó muy dificil a la hora de matar, pero en el cuarto, aunque algo despegado, muleteó con temple y buen corte, desde los toreros principios hasta diversas series por ambos pitones. Cortó la oreja después de media desprendida y demostró que en él hay un buen torero.
Javier Vázquez sorprendió en el único que lidió y al que ya banderilleó con valor. Con la muleta comenzó con un cambio por la espalda en el centro del ruedo que le salió bordado y siguió muy valiente y hondo en el toreo fundamental. El novillo no tenía una faena larga y así lo comprendió Vázquez, que le hizo la justa, con emoción y buenas maneras. Era faena de dos orejas, pero el pincho lo estropeó todo. Habrá que verle de nuevo.
Cristo González no tuvo material propicio en el tercero y él estuvo desahogado, pero a la defensiva, y breve con el estoque. Una lástima que dos miuras se quedaran en los corrales por culpa de la lluvia, con lo interesante que estaba saliendo la novillada, la mejor en cuanto a ganado en lo que va de temporada.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.