Esto no es un chollo
El reportaje En el país de los chollos, publicado el pasado 7 de abril en el suplemento Domingo, ha suscitado una de las más ruidosas salvas de protesta de los últimos meses. La mayoría de los colectivos de funcionarios o trabajadores citados como beneficiarlos de alguna prebenda o beneficio han escrito para expresar su protesta por considerar que la información estaba poco documentada o redactada con mala fe.Trabajadores y pensionistas de Telefónica, militares, trabajadores de Iberia o Renfe o funcionarios del Ministerio de Educación han escrito cartas de protesta. Algunas de ellas han sido publicadas en el diario en las últimas semanas, otras esperan su publicación y algunas siguen llegando todavía.Los autores del reportaje, Javier Ayuso y Lola Galán, dijeron al Ombudsman que cuando se pusieron a trabajar en el reportaje sobre las ventajas extrasalariales de algunos colectivos sabían que "iba a levantar una cierta polémica porque, al agrupar bajo un mismo título a grupos tan diferentes y tener que generalizar en algunos casos, siempre se producen interpretaciones erróneas".
En muchos casos, las protestas se basan en negar que esas condiciones especiales merezcan el apelativo de chollo. Cosa que en el propio artículo se aclaraba en el cuarto párrafo, al enumerar entre las justificaciones de esas ventajas como "compensación por sueldos excesivamente bajos" o "cubrir unas necesidades del servicio que prestan".
Hay, sin embargo, varios grupos de trabajadores de Iberia y Aviaco que niegan parte de la información publicada en el reportaje. Unos datos que fueron facilitados por la propia empresa pública, que los envió por fax, a petición de este periódico, y provienen de los convenios colectivos de los empleados de ambas compañías. El posible error del texto publicado puede partir del hecho de que tanto en Iberia como en Aviaco hay diversos convenios y que la cantidad y las condiciones de los vuelos gratuitos difieren según los cometidos.
En cuanto a los beneficios sociales y económicos del colectivo militar, la mayoría de las quejas recibidas vienen de personas que no han podido acceder a algunos de ellos o que restan importancia a otros.
"En este caso, creo que el reportaje dejaba bastante claro que es el propio Ministerio de Defensa el que ha observado abusos en la utilización de viviendas militares (se recogían entrecomillados del secretario de Estado de Administración Militar), y que el resto de las ventajas enunciadas están también incluidas en los documentos oficiales de ese departamento. Otra cosa muy distinta es que, como casi siempre, el reparto de esos beneficios no afecte a todos los niveles", afirman los autores del reportaje.
Algunos lectores han subrayado, con razón, que existen otros colectivos -políticos, periodistas- que gozan de beneficios y prebendas que hubiesen merecido, sin duda, el atento escrutinio de los reporteros del diario.
Amargor en Puente Genil
Si el reportaje de los chollos suscitó quejas, una crónica sobre la Semana Santa de Puente Genil, publicada el pasado 31 de marzo en la edición de Andalucía y redactada por Alejandro V. García, ha provocado la protesta del Ayuntamiento de Puente Genil y de las fuerzas vivas de esa localidad cordobesa.
La comisión municipal de gobierno, a propuesta de la alcaldía y por unanimidad de los asistentes, acordó manifestar su más profundo rechazo "por la superficialidad y frivolidad con que ha tratado la Semana Santa". Lo que más ha irritado a los pontanos es lo que Francisco Luque Estrada, cronista oficial de la villa, califica de "descarado estilo de hilaridad que utiliza el articulista". El presidente de la Agrupación de Cofradías y Corporaciones Bíblicas, José Segundo Jiménez Rodríguez, afirma que un diario no debe "mancillar a un pueblo que vive, lucha y se entrega con pasión a su gran fiesta, que conlleva, como religiosa, todos los ingredientes de la religiosidad popular".
El autor de la crónica ha respondido a estas quejas.
"En ningún caso fue mi intención atacar la Semana Santa de Puente Genil. Me parece una de las más fascinantes de todas cuantas he visto -que son muchas- en Andalucía y no dudo en recomendarla vivamente".
Alejando V. García añadió que "desde la primera vez que estuve en Puente Genil me pareció un pueblo hermoso, y su Semana Santa, el ejemplo más inspirado para entender la mezcla de belleza, fervor, teatralidad y relajo que concierne a esta fiesta en Andalucía".
El conflicto posiblemente nazca de una crónica cuya única ambición era la descripción de un ambiente, de sus aspectos más colonistas, sin profundizar en el heterogéneo contenido de la Semana Santa pontana, lo que ha indignado a unos ciudadanos que sienten fervor por su fiesta.
El teléfono directo del Ombudsman es el 754 45 53 de Madrid.
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