Aumentará la vigilancia en el metro tras siete agresiones sexuales y una violación

Medidas como la distribución de teléfonos portátiles para mantener comunicadas a unas 900 personas se implantarán en el metro para atajar delitos. En los últimos ocho meses se han denunciado siete agresiones sexuales y una violación en el subterráneo. Doscientos trabajadores del Metro reclamaron seguridad frente a la Comunidad, en la Puerta del Sol, antes de conocer las medidas aprobadas ya por la dirección y por la Delegación del Gobierno. Este conflicto se suma al que parece decantarse en la central de Correos de Chamartín y a la huelga de Gas Madrid.

Las medidas que se pondrán en práctica fueron adelantadas por Cesáreo Martín, portavoz de la dirección del metro. Martín reconoció que "por la sensación de inseguridad que se ha generado se ha decidido implantar un sistema de comunicaciones con radioteléfonos portátiles para todo el personal de seguridad y del servicio de estaciones", que facilitará las llamadas de emergencia de unas 900 personas. Además se dotará a las cajas de las taquillas de un sistema de seguridad más completo y se encargará a Ios vigilantes jurados del cierre nocturno de las instalaciones, que previamente se revisará.Antes de que les fueran comunicadas estáis medidas, unos 200 trabajadores del metro se dieron cita en la Puerta del Sol para reclamar, tal y como vienen haciendo en los últimos días, más vigilantes jurados, informa Begoña Aguirre.

Incomunicación

El delegado del Gobierno en la Comunidad, Segismundo Crespo, había dicho que la vigilancia en el metro se iba a incrementar, aunque pospuso hasta una reunión que mantendrá el lunes con los sindicatos el anuncio de medidas concretas Por su parte, representantes de los trabajadores pusieron en duda que las soluciones se pongan en práctica, Crespo recordó que en 1989 sólo se registraron 4.735 denuncias en la comisaría instalada en la estación de Puerta del Sol. La policía tiene contabilizadas siete agresiones sexuales en los últimos ocho meses y una violación. Mientras se toman medidas de seguridad en el subsuelo continúa la huelga que mantienen los trabajadores de Gas Madrid. Unos 200 trabajadores acudieron ayer a la sede de la Comunidad para entrevistarse con Joaquín Leguina. Aunque la conversación no fue posible, sí se puso de manifiesto el desacuerdo en el establecimiento de los servicios mínimos.En otro punto de la ciudad, en la central de Correos de Chamartín, por la que pasa el 40% de los 20 millones de objetos postales que circulan. a diario en España, están paralizadas unas 2.000 sacas de cartas e impresos.

Estos colapsos, para la dirección "técnicamente normales" y ligados a un incremento puntual de la producción, llevan produciéndose una semana, según CC OO, que considera la situación "preocupante".