"Vaya en taxi"

Aun viviendo en pleno centro de Madrid, debo coger todos los días dos autobuses para ir a mi trabajo, y los mismos para regresar a mi casa por la noche.Uno de ellos es de la línea 3; el martirio de todos los usuarios, desgraciados, que tenemos que enfrentarnos a diario con sus conductores. Lo habitual en esta línea 3 es tener que esperarla un mínimo de 20 minutos, a cualquier hora. Si se te ocurre la feliz idea de preguntar al conductor el motivo de la tardanza, su contestación, la más educada, suele ser "vaya usted en taxi", eso si tenemos la suerte de que nos conteste, ya que es costumbre el que vaya departiendo amigablemente con algún compañero de la EMT y pase olímpicamente de enterarse de si hemos subido todos y bien, de si hemos pagado, de si el semáforo de turno está verde para poder pasarlo, de si alguno de nosotros se ha dejado los dientes en el suelo por los frenazos que da al no ir atento en su trabajo...

Si por casualidad nadie le acompaña charlando, su contestación es la venganza. Consiste en ir tan despacio, tan despacio, que entre el tiempo de espera y el de llegada a tu destino te sientes totalmente imbécil: andando habías llegado antes.

No quisiera parecer exagerada, pero esta situación hace que cada mañana piense en volver a coger mi coche para ir a trabajar; si el Ayuntamiento pretende que se utilice el transporte público, así no hay manera de hacerlo. No sería tan difícil poner más autobuses en esta línea y que algún inspector se diera algún viaje para, de alguna forma, sentirnos protegidos.-