Los 'señores del asfalto'
El trayecto desde la vivienda al trabajo se ha triplicado desde 1986
La situación es grave. Según las estadísticas de la Consejería de Planificación Territorial madrileña y del Ministerio de Infraestructuras, el proceso imparable es el siguiente: la concentración de los puestos de trabajo en el centro urbano y en media docena de focos industriales inmediatos empuja progresivamente la ubicación de las viviendas de los habitantes de la capital hacia la periferia.Esta circunstancia ha duplicado o triplicado, tan sólo en el último lustro, la longitud de los trayectos profesionales cotidianos. Siguiendo esta tónica, a mayor distancia vivienda-lugar de trabajo, mayor uso de coches. A mayor número de coches, más necesidad de accesos mastodónticos ¿Hasta dónde va a llegar esta espiral sin solución definitiva?, se preguntan urbanistas, ingenieros y ecologistas. Mientras, los planificadores del territorio se llevan las manos a la cabeza al concebir lo que puede ser todo esto, de seguir así las cosas, en tiempos de la generación futura.
Transporte colectivo
Según datos de la asociación ecologista Aedenat, "la distancia media que diariamente tenemos que recorrer cada madrileño se habría incrementado en más de 35 veces desde 1975, habría reducido en más de un 80% el número de desplazamientos que antes efectuábamos simplemente andando y habría disparado los costes de explotación de las fórmulas de transporte colectivo de manera alarmante".En consecuencia, los madrileños nos habríamos visto empujados hacia un uso "cada vez más esclavizante del vehículo privado". Resultado paradójico: si bien en el interior de la M-30 la velocidad era de 25 kilómetros por hora en 1981, en 1991 se ha situado por debajo de los 13 kilómetros por hora, no sobrepasando los 10 kilómetros por hora en el distrito Centro. A pesar de esta pobre media, 157 personas llegaron a morir por accidente de tráfico dentro del área de Madrid municipio (50 de ellos por atropello en la M-30). Según estadísticas CE, los madrileños se contarían entre los urbanitas europeos que más horas de su vida gastan en atascos.
Pero mientras Copenhague, Milán, Berlín o Londres van solucionando parcialmente sus problemas de tráfico mediante zonas peatonales y carriles-bici, "nuestros organismos públicos emplean miles de millones de nuestros impuestos en acometer únicamente ingentes obras viarias, sin atender el tema de los transportes públicos, que continúan tan mal como siempre", denuncian en Aedenat. "El problema es que por muchos accesos que se construyan, los atascos sólo se trasladarán, en el mejor de los casos, un poco más hacia el centro. Tenemos tantos coches, y una adicción tan grande por su uso, que lo que pasa es que ya no nos caben en la ciudad".
Según cálculos del informe de Aedenat-FOE, "el coche devora la ciudad". "Los niveles de congestión alcanzados en Madrid suponen unos 200 millones de pesetas diarios en horas perdidas en atascos". "Una máquina térmica ineficaz", ya que más del 80% de la energía contenida en el combustible se pierde, hoy por hoy, por fricción y calentamiento en el motor. Para el año 2010, según los planteamientos de la CE, los vehículos homologados en Europa deberán consumir un 50% menos que los actuales.
Lo cierto es que el automóvil constituye uno de los principales protagonistas del contacto entre los ciudadanos y el medio ambiente: por un lado, ha ampliado las posibilidades de movimiento y exploración del entorno rural, a partir de la ciudad, hasta límites inconcebibles hace tan sólo una o dos generaciones; por otro lado, ha acarreado un desmesurado coste en vidas humanas, erigiéndose en uno de los principales capítulos de contaminación, derroche energético y materias primas del planeta. Si bien la vida actual resulta impensable sin coches, el uso racional de los señores del asfalto se impone cada vez con más fuerza.
Planta trituradora
Peligro, neumáticos
Según la recientemente publicada Ley madrileña para la Protección del Medio Ambiente (10/1991), este tipo de actos han pasado a estar penados. Según Salvador Salinas, responsable del área de residuos en la Agencia del Medio Ambiente (AMA), antes del próximo verano entrará en funcionamiento en Arganda del Rey una planta trituradora de neumáticos donde "toda empresa o particular podrá ir a depositar los neumáticos viejos".En esta planta serán troceados en pequeñas piezas, las cuales posteriormente serán utilizadas para generar energía, "por ejemplo, en industrias cementeras". Pero hasta que la troceadora de Arganda comience su actividad y en los talleres madrileños se adopte como norma cívica la costumbre de encaminar hacia ella los residuos, los neumáticos continuarán siendo otra más de las pesadillas derivadas de los coches.
Instrucciones para el uso racional del automóvil
- En Madrid los coches son 'los principales responsables de la contaminación por monóxido de carbono (88%), óxidos de nitrógeno (71%) e hidrocarburos inquemados (95%), y generan la emisión de unas 380 toneladas métricas de plomo altamente tóxico a la atmósfera madrileña.- Cuando adquiera un coche nuevo, opte por uno que consuma poco carburante, utilice gasolina sin plomo y venga provisto de las últimas fórmulas anticontaminantes.
- Use su coche lo menos posible. Compártalo siempre que pueda: gastará cuatro veces menos. No recurra sistemáticamente al coche, especialmente en trayectos cortos.
- Vigile tenazmente la puesta a punto de su vehículo: bujías, encendido, filtros, carburador, la presión de los neumáticos.
- Acuda sólo a talleres mecánicos de confianza.
- Cuando conduzca no lo haga agresivamente. Procure ir en marchas largas. No se irrite. Y en los atascos medite: si esta ciudad tuviese los carriles-bici que no tiene podría efectuar el trayecto que ahora tanto le angustia apaciblemente pedaleando.
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