El general Schwarzkopf vuelve a EE UU convertido en la figura más popular

La leyenda Schwarzkopf regresó ayer a casa, después de una ausencia de 239 días; y una aplastante victoria militar sobre Irak, que ha convertido al oso H. Norman Schwarzkopf, comandante supremo de la Operación Tormenta del Desierto, en la figura más popular de EEUU.

Mimado por sus compatriotas, que lo han incorporado a la galaxia de héroes militares al mismo nivel que los MacArthur, Einsehower y, Patton, y cortejado por los partidos políticos, que desean incorporarlo a sus filas, la pregunta en la mente de todos no contestada hasta el momento es qué hará Schwarzkopf cuando se retire del ejército."Es magnífico estar en casa", declaró el general de cuatro estrellas, de 56 años, poco después de que su avión aterrizara en la base aérea de MacDill, cercana a Tampa, Florida, procedente de Arabia Saudí tras una escala técnica en Torrejón de Ardoz.

La ceremonia de llegada a la base de MacDill, situada a poca distancia del Mando Central del Ejército norteamericano, cuya jefatura ostenta Schwarzkopf, fue puramente militar y familiar, a la espera de la bienvenida pública y multitudinaria prevista para el 5 de mayo en el estadio de Tampa. Sin embargo, a pesar del carácter estrictamente castrense de la ceremonia, Schwarzkopf no pudo ocultar la emoción que le producía encontrarse de regreso en Estados Unidos después de una estancia ininterrumpida de ocho meses en la zona del Golfo, que culminó con la rendición incondicional de Irak el 28 de febrero. "Nunca olvidaré este momento y lo que ha significado escuchar aquí nuestro himno nacional", manifestó Schwarzkopf`, que se retirará de la vida militar después del verano, tras haber declinado la oferta de convertirse en jefe del Estado Mayor del Ejército.

El momento más emotivo de la llegada se produjo nada más bajar la escalerilla del Boeing 707, cuando el general victorioso se fundió en un abrazo efusivo con su mujer, Brenda, y sus tres hijos, a los que no había visto desde su partida para Arabia Saudí, el 25 de agosto.

"Es un gran día para ser marido, para ser padre, para ser hermano, para ser dueño de un gran perro, para ser un soldado y para ser americano", manifestó Schwarzkopf.

El general pidió a los asistentes a la ceremonia y al pueblo norteamericano que siguieran prestando el mismo apoyo a las tropas de la Operación Tormenta del Desierto "hasta que el último soldado haya regresado". Estados Unidos ha repatriado ya a más del 50% de los cerca de 500.000 efectivos que tuvo en la zona del golfo Pérsico durante la guerra contra Irak, y está repatriando al resto a un ritmo de 5.000 diarios.