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LAS QUEJAS DE LOS ESPAÑOLES

Masificación y rigor excesivo en prisiones

El informe del Defensor del Pueblo sobre 1990 estima que las cárceles españolas continúan padeciendo "serios problemas de masificación". "Existen multitud de cárceles en España en las que hay más de dos presos por celda, llegando hasta seis, e incluso todavía quedan dormitorios colectivos en los que pernoctan hasta 18 internos" al tiempo que se censura el excesivo rigor en la aplicación del régimen de primer grado.

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"La masificación tiene unas repercusiones evidentes sobre la dignidad del preso y añade una pena adicional. La convivencia de varios presos en una celda de dimensiones muy reducidas resulta en muchas ocasiones no sólo atentatoria contra la dignidad de la persona, sino profundamente negativa en el proceso de reinserción social del penado".El Defensor indica que la masificación es especialmente acusada en las prisiones catalanas, cuya situación sanitaria es "preocupante", mientras que en las restantes "dista de ser satisfactoria". El informe señala que incluso prisiones de reciente construcción como Almería, Puerto de Santa María II y Las Palmas, configuradas para que las celdas las ocupe un solo preso, al doblarse la población reclusa prevista, han visto agravada su congestión al disponer de un menor espacio.

La Memoria señala que se aprecia "un rigor excesivo en la aplicación del régimen del primer grado" a los presos. Y estima que Instituciones Penitenciarias, cuyo secretario general es Antoni Asunción, debe plantearse "la eficacia de un tratamiento que se limita casi exclusivamente a la clafisicación en primer grado, seis y hasta ocho años con lo que ello supone en el régimen de vida del interno: 22 o 23 horas al día en la celda, completamente solo, con ausencia de actividades". "En estos casos el deterioro de la personalidad es tal que hace prácticamente imposible la progresión del preso; la situación genera agresividad, la agresividad provoca faltas y las faltas impiden la progresión de grado".

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