Los enfrentamientos de Togo tienen como telón de fondo los odios tribales
El espectro de una derivación de la crisis de Togo hacía una situación como la vivida recientemente por el cercano Malí parecía provisionalmente alejado este fin de semana. Pese a los enfrentamientos registrados en ciudades de provincia, el país volvía lentamente a la calma. Las Calles de Lomé, la capital de este país africano, en las que todavía se ven restos de vehículos calcinados y de barricadas, volvían gradualmente a tener su aspecto original. El toque de queda fue suavizado.
La imagen del presidente Gnassingbe Eyadéma aparece empañada a los ojos de numerosos togoleses, sobre todo en Lomé, donde el hallazgo de un montón de cadáveres en la laguna del barrio de Bé ha provocado indignación y estupor. La población, convencida de la responsabilidad del Ejército, no parece dispuesta a perdonar las mentiras" del Gobierno, que desmintió la implicación militar en la matanza.El clima de desconfianza hacia el régimen es tal que la instauración, el pasado viernes, del pluralismo político pasó casi inadvertido.
Según distintos testimonios, las personas cuyos cadáveres fueron encontrados el pasado jueves por la mañana habrían sido víctimas de una expedición punitiva lanzada contra la población de un barrio considerado núcleo de la oposición.
"Pequeños grupos de manifestantes, pero también gente del barrio, iban o venían del mercado", narra un escapado. "De pronto vi que llegaban dos camiones militares, cada une a un lado del puente, y comenzaron a cargar contra la gente. No había más remedio que lanzarse al agua". Según este testigo, los militares lanzaron granadas.Evidentemente, la marcha hacia "una sociedad moderna, fundada en las libertades individuales y el Estado de derecho", a la que ha apelado el presidente Eyadéma incluso esta semana, es caótica. ¿Los demonios del tribalismo y del regionalismo se están reavivando? Según la televisión nacional, los habitantes de Lomé, originarios del norte (como el presidente, miembros de la etnia kabyé), han sido evacuados de la capital para prevenir arreglos de cuentas étnicos. La casi totalidad de los miembros del Ejército procede del norte, mientras que los líderes de la oposición son del sur.
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