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El cantante de 'rap' M. C. Hammer triunfa en Rotterdam

El músico se presenta esta semana en España

El rap ya tiene rey. Este nuevo género musical negro, minoritario hasta ahora, se puede convertir definitivamente en un fenómeno de masas gracias a un musculoso cantante norteamericano llamado M. C. Hammer. Después de vender en todo el mundo 13 millones de copias de su último disco, titulado Please, Hammer dón't heartem, y ofrecer 57 conciertos en Estados Unidos, ha iniciado en Rotterdam la gira europea que le acercará a España (11 de abril, Madrid, Palacio de los Deportes; 12, Barcelona, Palau Sant Jordi) y a otras 20 ciudades del viejo continente.

Tiene 28 años y su nombre real es Stanley Kirk Burrell. Nació en Oakland (EE UU), se crió dando tumbos, ha ganado tres grammies y tres American Music Awards, y ahora hace de sus conciertos la cumbre de una carrera meteórica. Le acompañan en escena nueve músicos, 11 cantantes, 18 bailarines., un pinchadiscos y un puñado de impresionantes agentes de seguridad. Un espectáculo que dura casi dos horas en el que la coreografía es más importante que la propia música. "Entretener es la meta de todo el montaje que hemos preparado para esta gira", aseguró en una conferencia de prensa ofrecida poco antes de su actuación en Holanda. "Me parece que lo vamos a conseguir. El público aquí es fantástico y me hace sentir como si estuviera en Estados Unidos".El Ahoy Sport Palais de Rotterdam estaba abarrotado. Hammer no es un rapper radical, aunque no le falte cierta motivación social y política, y por tanto su trabajo resulta apto para todos los públicos. Familias enteras se pusieron en pie cuando sonaron las primeras notas de Herd comes the Hammer, y no volvieron a utilizar sus asientos en las casi dos horas que duró la actuación. Interpretó sólo 11 canciones (no faltaron los éxitos You can't touch this, Pray y Please, Hammer don't heart'em), algunas en versiones interminables, y demostró cómo ser el líder de un grupo de cantantes y bailarines sin ser el mejor en ninguno de los dos aspectos. M. C. Hammer no canta en ningún momento, sólo rappea (recita rítmicamente), y baila con un estilo que simplemente aguantaría la comparación con el de sus propios bailarines. Es, sin embargo, el nuevo rey de un estilo joven, basado hasta ahora en la radicalidad. Hammer es un rapper domado, y la industria le ha cogido con los brazos abiertos. Es el primer cantante de este género que ha vendido más de 100. 000 elepés en España.

70.000 vatios de sonido, 200.000 de luces y dos pantallas de vídeo completan el espectáculo, que se desarrolla en un escenario amplio con forma de azotea. Las bases rítmicas mandan en todo momento, y en ocasiones se convierten en una tortura para el oído, tanto por el volumen como por lo obsesivo de su repetición. No hay lugar para detalles instrumentales o para juegos con los arreglos, puesto que Hammer confía en un sonido lineal basado en percusiones pesadas y fuertes como martillos.

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