Tres hipótesis

EL MINISTRO de Relaciones con las Cortes, Virgilio Zapatero, explicó el pasado jueves que el Gobierno estudia tres posibilidades en relación con la ley que regula actualmente la interrupción voluntaria del embarazo. Según Zapatero, se puede optar por mantener la legislación tal como está, modificarla para añadir el llamado supuesto socioeconómico a los tres motivos admitidos por la actual norma, o reformar el espíritu de la misma para introducir un sistema de plazos (que permita la interrupción del embarazo en las 12 o 14 primeras semanas de gestación.Dejar todo como está supone que sólo 30 de cada 100 mujeres que abortan en España puedan acogerse a la ley, la repetición de casos como los de los ginecólogos Germán Sáenz de Santamaría o Pere Enguix y la utilización de algo tan excepcional como debe ser el indulto a modo de fórmula habitual para rectificar decisiones judiciales que dimanan de la letra de la legislación actual. La ministra de Asuntos Sociales, Matilde Fernández, ha abogado por el sistema de plazos; el fiscal general del Estado ha recomendado la reforma de la norma, y la mayoría absoluta de los parlamentarios está seguramente de acuerdo en que el texto vigente es timorato y no responde a las necesidades de la sociedad española. No parece, pues, que existan motivos de peso para mantenerla indefinición y la inseguridad jurídica que provoca una ley tan ambigua. Sólo cabe esperar que, cuando el Gobierno se decida por fin a reaccionar, lo haga de forma clara y levante los obstáculos para que la decisión de abortar o no dependa únicamente de la mujer embarazada.