Ideales
En el último Comité Federal del PSOE, Felipe González ha exhortado a los dirigentes socialistas a luchar contra el modelo de ejército profesional por considerarlo reaccionario. Seguramente, como el mismo Felipe González ha reconocido, se trata de un juicio que va a contracorriente de la opinión pública, pero hace muy bien en defenderlo: no va a manchar casi 10 años de una gestión radicalmente socialista con una medida tan de derechas como ja implantación de un ejército profesional.Que el ejército de reemplazo es progresista lo demuestra, por ejemplo, el hecho de que, gracias a ese modelo de ejército, la dictadura de Franco sólo duró 40 años. Ese fue el gran error del general: no contar con un ejército profesional que hubiera garantizado la supervivencia de su régimen.
En cualquier caso, el debate sobre si debemos tender hacia un ejército profesional o hacia un ejército de reemplazo es muy complejo, debido a la enorme riqueza especulativa y a las considerables dosis de retórica que puede arrastrar una cuestión de este calibre. Habrá que esperar, pues, que la discusión se ponga en marcha para ver quién pone el ruido y quién las nueces. Izquierda Unida ya ha anunciado que boicoteará el servicio militar obligatorio en los ayuntamientos donde obtenga la mayoría. La cuestión que ahora nos interesa es que Felipe González rechaza el ejército profesional por reaccionario, es decir, que actua impulsado por sus ideas, y no por las determinaciones del entorno, aun sabiendo que en la defensa de estos ideales puede perder algunos votos y muchas simpatías. Ya no quedan políticos así. No sé por qué Guerra teme una derechización del PSOE, porque Felipe, desde luego, está cada vez más radical en el mantenimiento de los valores socialistas que le llevaron al poder.
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