Violencia en los suburbios de París tras la muerte de un árabe
Un joven árabe de 18 años, Djemel Chettouh, murió víctima de la bala disparada por un vigilante encolerizado de un supermercado, Karnel Zouabi, de 28 años, la noche del pasado 26 de marzo. El trágico incidente se produjo en Sartrouville, un barrio popular de los alrededores de París, y generó una serie de enfrentamientos entre jóvenes y policías que acabaron con la quema de tres coches, daños en otros 30, la rotura de los cristales de los escaparates de varios comercios y cinco agentes heridos.
Francia ha sido escenario, a lo largo del último año, de diversos estallidos de violencia de naturaleza casi idéntica y siempre localizados en la periferia de las grandes ciudades. En esta ocasión la diferencia estriba en que el agresor pertenece a un servicio de vigilancia privado de un supermercado y en que también era, como el joven muerto, de origen magrebí.
Según el alcalde de Sartrouvile, Laurent Wetzel, centrista, su ciudad, de poco más de 50.000 habitantes, necesitaría "30 policías más que el Gobierno prefiere dedicar a las comunidades más ricas, en las que hay gente que tiene muebles y cuadros de valor. Además, si el vigilante ha disparado, lo ha hecho con una pistola de su propiedad, que no necesitaba para el trabajo que desarrolla.
El problema radica en que el vigilante no era alguien capacitado, pero el Ministerio del Interior favorece la contratación de gente procedente del Magreb para evitar la acusación de racismo. Un bretón, un normando o un zaireño hubiesen podido ser mejores vigilantes, pero se prefiere a un árabe para controlar árabes por razones demagógicas". La población de París que vive en lo que se considera suburbio alcanza ya los casi siete millones de habitantes.
Ciudad sin servicios
La opinión de alguno de los jóvenes magrebíes amigos de Djemel Chettouh es otra. Según ellos, el drama nace de que Sartrouville "es una ciudad sin servicios, cuyo único lugar de reunión es la cafetería del supermercado donde se originó el enfrentamiento. Los políticos saben cómo se vive aquí, la violencia latente que existe, pero no hacen nada para remediar las cosas".Lo cierto es que el actual Gobierno socialista ha creado recientemente un ministerio para que aborde los problemas generados por las aglomeraciones suburbiales. El ministro De la Barre tiene como misión resolver, en un plazo de cinco años, el urbanismo discriminatorio y la conflictividad social de los guetos franceses, que desde 1975 han seguido creciendo a un ritmo de un 2,8% anual.
La causa primera de la pelea entre el vigilante y Djemel Chettouh aún no está clara. Parece que el joven se encontraba en la cafetería sin consumir nada, acompañando a un amigo, y que los vigilantes iniciaron una discusión respecto a su derecho a permanecer en el recinto comercial. De las palabras a las manos, se llegó a una suerte de arresto preventivo que acabó con una bala en la espalda disparada a quemarropa.
El miércoles por la mañana la violencia se reprodujo y el supermercado fue el marco de nuevos enfrentamientos entre jóvenes y policías.
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