El espionaje argentino desvincula a los familiares de Menem del narcotráfico

La Secretaría de Informaciones del Estado (SIDE) aseguró al presidente argentino, Carlos Menem, que, según la investigación paralela a la judicial que hicieron sus agentes, "ningún miembro de la familia Yoma aparece relacionado con las denuncias sobre lavado de dinero por operaciones de narcotráfico", según declaró a EL PAÍS un alto cargo del Gobierno argentino.

Amira y Karim Yoma, hermanos de Zulema, la esposa del presidente Menem, fueron involucrados en el proceso que inició en España el juez Baltasar Garzón por las declaraciones de un detenido que identificó a Karim, a Amira y a su ex esposo, Ibrahim al Ibrahim, en una fotografía. Sobre la base del expediente que lleva el juez Garzón, la revista Cambio 16 elaboró un reportaje que provocó un escándalo político en Argentina.El informe de los servicios secretos argentinos no es tan terminante en cuanto a la situación de Ibrahim y de Mario Caserta, el ex presidente del Consejo Federal de Agua Potable y Saneamiento y dirigente de la derecha peronista, que renunció el pasado jueves a su cargo. El secretario de Estado para la Prevención y Lucha contra el Narcotráfico, Alberto Lestelle, admitió que Caserta "tiene relación" con los socios de la empresa Digivit, una de las requisadas por orden de la juez argentina María Servini de Cubria, que inició la investigación tras recibir el exhorto diplomático del juez español.

Ex asesor presidencial

Caserta reconoce que se entrevistó con los responsables de la empresa, dedicada aparentemente a la instalación de antenas colectivas y a transmitir mensajes personales por radiollamada, pero que "no sabía nada" de sus operaciones para lavar dinero.Por su parte, Ibrahim, ex esposo de Amira Yoma, renunció también a su cargo de asesor presidencial con rango de secretario de Estado y a su representación en la Administración General de Aduanas del aeropuerto internacional de Ezeiza, el más importante del país. Según el informe de la SIDE, Ibrahim no es coronel, como lo llama la prensa argentina, no perteneció nunca a las Fuerzas Armadas sirias, y se le vincula a dos empresas privadas dedicadas al transporte de caudales y de correspondencia. El aeropuerto de Eze1za estaba bajo control de agentes de la DEA (agencia antinarcóticos norteamericana) precisamente por tráfico ilegal de divisas en las sacas de correspondencia y de valores despachados por esas empresas.

En 1989, Mario Caserta fue subsecretario de Servicios Públicos y tuvo a su cargo la Empresa Nacional de Correos, el organismo del Estado que debe supervisar los servicios privados de correspondencia. En aquel momento, cuando inició una investigación administrativa interna, se le acusó de favorecer a los socios de dos empresas con las que tiene una relación familiar.

Los miembros de la familia Yoma preparan una querella judicial contra la revista Cambio 16, a la que acusan de "calumnias" y de "injurias". El informe de la SIDE vincula a Enrique Nosilglia, ex ministro del anterior presidente, Raúl Alfonsín, con una supuesta campaña para dañar la imagen del Gobierno en el exterior.