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Ensaya el 'metrorrock'

Cuatro salas situadas en un pasillo del metro sirven para que practiquen los grupos jóvenes

Los músicos de los pasillos del metro ya pueden acceder a cualquiera de las cuatro salas acondicionadas por la Comunidad de Madrid en un pasadizo muerto de la estación de Usera. Pierden público, pero ganan en organización y enchufes eléctricos. Allí, atendidos por objetores de conciencia que realizan el servicio social sustitutorio, se dedican a ensayar. Cien grupos han presentado su solicitud. Desde hace una semana y hasta que se cumpla un mes, cuatro bandas musicales rascan guitarras y sacan ritmos de baterías en el subsuelo de Madrid.

Una de las taquilleras que trabaja tabique con tabique con las salas se queja de los ruidos. "Se me cuela por el techo, y hay veces que me resulta insoportable". Claro que a la taquillera la música que le gusta es la de Concha Piquer, y no estas "modernidades". Sin embargo, los chicos no escuchan el rumor de los vagones deslizándose en las vías.A la entrada del recinto alargado, cuya única decoración son unos carteles y una mesa, está Javier Escudero, del grupo Pánico en el Telefóno, que pasa el rato ensayando escalas con su batería. Javier es el encargado de mantener el local abierto de nueve de la mañana a tres de la tarde y de cuatro de la tarde a las 21.40. Su ayudante es el objetor Carlos Javier López, que le ayuda a controlar que nadie se lleve equipos que no son suyos: "Estoy muy contento, aparte de que este curro me permite seguir con mi profe sión de discjockey, es q . ue si no me llego a hacer objetor me toca Ceuta". Se ha procurado que los trabajadores de este local subterráneo tengan que ve

con la música. Hay otros dos trabajadores del servicio social sustitutorio que son de profesión bajista y teclista.

Bajo el asfalto

En una de las salas de ensayo está Paco, con 18 años y una melena considerable que mueve cuando toca el bajo. Antes ensayaba en una buhardilla de Carabanchel, hasta que su padre se cansó de él y de los ruidos que hacía con sus amigos. El componente de Madelame se lamenta de que el chollo sólo vaya a durar un mes. "Luego, a ver qué hacemos" , exp lica; "un local la mitad de pequeño que éste nos puede costar 50.000 pesetas". Para ensayar aquí no tienen ni que pagar las 115 pesetas del billete de acceso al Metropolitano, ya que la entrada está situada justo antes de las taquillas.Desde el metro volverán a trabajar en la superficie los otros grupos que ensayan gratuitamente aquí y que atienden a nombres tan inolvidables como Dark Recall, Falsos Rumores, Demasiado para Ti y Sherezade.

Para conseguir electricidad y local gratis han tenido que enviar una cinta con sus composiciones para acreditar su condición de músicos. Unos especialistas integrados en Circuitos, organismo dependiente de la Comunidad de Madrid que se encarga de promocionar grupos noveles, efectúan las selecciones.

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Las intenciones de la Administración regional son seguir aprovechando estos cañones (pasillos de metro), que no conducen a ningún lado, para que los jóvenes creen música subterránea.

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