Prosa y sindicatos

Como responsable del Departamento Federal de Prisiones de UGT, es un placer despejar los interrogantes que la secretaria de Madres contra la Droga me plantea en su carta al director de EL PAÍS del día 24 de febrero de 1991.Esta organización se caracteriza por desarrollar una acción sindical y social encaminada a conseguir la dignificación de la institución penitenciaria en pro de usuarios y trabajadores, pues consideramos que la solución de los problemas (hacinamiento, falta de medios higiénico-sanitarios, droga, etcétera) beneficiará tanto a unos como a otros.

De ahí que este sindicato, cuando ha anunciado situaciones irregulares o ha planteado movilizaciones, ha abogado por la mejora de la calidad del servicio prestado, y si usted hace memoria, recordará cómo la primera movilización convocada bajo nuestras siglas fue presentada a su asociación, entendiendo ustedes que las protestas eran justas y el logro de los objetivos beneficioso para los internos.En las movilizaciones asamblearias de marzo del 90 este sindicato instó públicamente (a través de los medios de comunicación) a los trabajadores para que desistieran de su actitud y retornaran a sus puestos de trabajo, hecho que fue reconocido socialmente.

Estamos seguros de que ustedes desde su asociación como nosotros desde el sindicato luchamos por conseguir la erradicación de la droga en las prisiones, y prueba de ello son las denuncias sobre situaciones irregulares que ambos hemos realizado. Por ello, nos ha extrañado que esa asociación, caracterizada, entre otras cosas, por reivindicar modificaciones del Código Penal, y concretamente endurecimiento en las condenas derivadas del tráfico de drogas, se sorprenda cuando informamos a la opinión pública sobre la concesión de algunos regímenes de semilibertad (tercer grado) a internos cuyo delito, según autos de la juez de vigilancia, no es otro que el tráfico de drogas sin tener ninguna dependencia al uso y abuso de las mismas.

Ponemos a su disposición toda la documentación obrante en nuestro poder sobre denuncias ante la Inspección de Trabajo solicitando reconocimiento de las condiciones laborales de los internos, así como nuestro proyecto penitenciario base de la labor social y sindical que desarrollamos diariamente.- Ana Isabel Pérez.