Japón estudia crear una fuerza no militar para misiones de la ONU

Japón, una vez terminada la guerra del Golfo, ha decidido replantearse el papel que el país debe asumir en el mundo y en especial en conflictos tan graves como el habido en Oriente Próximo, en el que la falta de colaboración política y la tardía contribución financiera han dejado a los japoneses en un lugar muy incómodo. Con tal fin, el Gobierno del primer ministro, Toshiki Kaifu, pretende de nuevo presentar a debate parlamentario un proyecto para crear un cuerpo no militar que participe en misiones de paz de la ONU.Kaifu lo intentó sin éxito el pasado otoño, pero tiene ahora mayores posibilidades de lograrlo, pues cuenta en principio con la comprensión del Komeito y de los socialdemócratas, los dos pequeños grupos centristas con los que los liberales han establecido últimamente un matrimonio de compromiso para lograr así poder legislar sin demasiados apuros y salvar el obstáculo que representa no disponer de mayoría absoluta en la Cámara alta.

Gracias al respaldo centrista, el Gobierno ha conseguido que el Parlamento diera definitivamente la semana pasada el visto bueno a los 9.000 millones de dólares que Kaifu se comprometió a dar a la fuerza multinacional, casi en su totalidad a Estados Unidos, antes de que terminara la guerra. Anteriormente, Japón destinó otros 2.000 millones a la coalición antiiraquí para ser empleados en fines no militares, y 2.000 más en préstamos no vinculados a Egipto, Jordania y Turquía.

Paquete financiero

El Gobierno no pudo librarse del embarazo que supuso el que el último paquete financiero fuera aprobado por la Dieta (Parlamento) casi una semana después de que las hostilidades terminaran en el Golfo. Pero, además, el largo retraso para su aprobación ha causado una ligera variación en el monto definitivo debido a la sensible apreciación que ha registrado el dólar respecto al yen en el pasado mes. Los japoneses calcularon los 9.000 millones sobre la base de la cotización de un dólar equivalente a 130 yenes. El cambio ahora está en torno a los 136 yenes, lo cual deja recortada la aportación en algo más de 850 millones de dólares. El Ministerio de Finanzas ha dicho que no tiene intención de agregar la diferencia.