Los testigos ligan la muerte de un agente con la detención del presunto torturado de Parla

La segunda jornada del juicio ante la Sección Primera de la Audiencia de Madrid contra dos inspectores de policía acusados de torturar a un joven estuvo dedicada a la declaración de los primeros testigos -una abogada, un recluso y cuatro agentes del Cuerpo Nacional de Policía-, que confirmaron el ambiente crispado, debido a la muerte de un policía, en el que se produjo la detención de la víctima y su traslado a comisaria por orden de los procesados.La abogada Francisca Cabos dio cuenta de las varias e irregulares detenciones que se produjeron en la madrugada del 26 de abril de 1985 -en la que se realizaron las supuestas torturas que se juzgan-, de las que se hizo eco el informe de la Asociación Pro Derechos Humanos. Testificó también uno de los entonces detenidos, Pedro Manuel Ballesta Pérez, quien aseguró haber oído cómo a Willy -apodo de Manuel Rafael Gómez, presunto torturado- "le estaban golpeando", y cómo días después, estando ambos en libertad, vio Ias ampollas que le había dado el médico para los dolores".

Los testimonios de los agentes de policías -a pesar de la amnesia padecida por casi todos ellos respecto a lo declarado ante el juez poco después de ocurridos los hechos- confirman que en la madrugada del 26 de abril se montó un dispositivo policial en el que participaron funcionarios fuera de servicio, encaminado a localizar a los autores de la muerte de un agente. Se vigiló el domicilio de un delincuente conocido por Chiqui, en cuyos alrededores fue detenido Willy y enviado a comisaría "para identificación".

Voluntarios a comisaría

El cabo José Francisco Grandioso admitió que, tras enterarse de la muerte de su compañero, fue uno de los policías fuera de servicio que acudieron voluntarios a la comisaría, en donde se les ordenó que participaran en la vigilancia del domicilio de Chiqui. En un momento de su declaración manifestó: "Teníamos que buscar gente". Reconoció que en ese contexto fue detenido Willy.El sargento Victoriano Moreno Peña se desdijo, entre otras, de su declaración de mayo de 1985, cuando afirmó que el detenido Willy fue entregado en comisaría a los procesados José García González y Manuel García Mancha Arévalo, "que tenían interesada su presencia".