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Serra apuesta por el titular de Sanidad, García Vargas, como su sucesor al frente de Defensa

El ministro de Defensa, Narcís Serra, considera al actual titular de Sanidad, Julián García Vargas, como la persona más idónea para sustituirle al frente del departamento, según fuentes próximas al primero. Aunque en el entorno de Serra se asegura que cualquier decisión corresponde en exclusiva al presidente del Gobierno, también se admite que Felipe González tendrá previsiblemente en cuenta la opinión del ministro de Defensa para designar a su sustituto.

En el Ministerio de Defensa se da prácticamente por seguro que Serra, de quien se habla como futuro vicepresidente, dejará el departamento que ha dirigido durante los últimos ocho años. El aplazamiento de la crisis del Gobierno hasta el final de la guerra del Golfo es un argumento en favor de quienes piensan que la remodelación afectará a las carteras de Defensa y Exteriores, las más implicadas en el conflicto.A este respecto, se cree que el sustituto de Serra será un miembro del Gobierno, dado el carácter de Estado que tiene la política de Defensa y la necesidad de que su responsable tenga una capacidad de gestión de mostrada y la confianza absoluta del presidente. El nombre que más suena en el entorno del ministro es el del titular de Sanidad, Julián García Vargas cuyas cualidades han sido elogiadas en privado por Serra.

La opinión del ministro saliente es particularmente importante en este caso, ya que quien se haga cargo de la cartera herederá un equipo que difícilmente podrá cambiar a me dio plazo. La actual cúpula militar, por ejemplo, fue designada en mayo pasado y no es previsible su sustitución antes de 1993. Buena parte de la gestión del nuevo ministro deberá dedicarse al desarrollo y ejecución de proyectos decididos por Serra, como la ley del Personal Militar o la reducción de la mili, lo que ha llevado a que se cite al secretario de Estado para la Administración Militar, Gustavo Suárez Pertierra, como su sucesor.

Internacional Socialista

El vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, inició ayer un viaje a Australia que prolongará por espacio de unos 10 días su ausencia de España. Guerra acudirá a la cumbre de la Internacional Socialista (IS) que se celebrará el próximo fin de semana en Sidney, con motivo del centenario del Partido Laborista Australiano. Guerra, acompañado de la secretaria de relaciones internacionales del partido, Elena Flores, adelantó a ayer su salida para participar en reuniones previas y por, problemas de tráfico aéreo, según un portavoz del PSOE.La prolongada ausencia de Guerra, que previsiblemente no regresará a Madrid hasta mediados de la semana próxima, coincidirá con un momento crucial de la preparación, y quizá ejecución, de la remoción del Gobierno. Según algunos dirigentes socialistas, el próximo fin de semana es una de las fechas más propicias para que González comunique los ceses y nombramientos a los afectados. Un portavoz del PSOE señaló ayer que Guerra es el representante habitual del partido en la cumbre de líderes de la IS. Sin embargo, a su última reunión asistió Elena Flores en sustitución de Felipe González.

Por otra parte, el ministro de Economía, Carlos Solchaga, afirmó ayer en Pamplona que Felipe González "es el único interlocutor válido" para hablar de una remodelación "que el presidente hará con sus propios medios", informa Mikel Muez. Solchaga se negó a valorar las declaraciones de la dirigente socialista Carmen García Bloise, quien le criticó su talante.

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