La presidencia yugoslava, envía un ultimátum a la república de Croacia
ENVIADA ESPECIAL, La presidencia yugoslava emitió un comunicado el sábado, con carácter de ultimátum, en el que exige la retirada simultánea de la policía especial croata y del Ejército de la ciudad de Pakrac, así como el regreso de la policía regular a la comisaría local. La presidencia dio 24 horas para el cumplimiento de la orden.
Mientras tanto, las fuerzas especiales del Ministerio del Interior de Croacia controlan todos los edificios y las ventanas del centro de la citada población, que tiene 10.000 habitantes y está situada a 100 kilómetros de Zagreb; en la noche anterior se habían producido conflictos entre la policía croata y los reservistas serbios, quienes rehusaron obedecer las órdenes del Ministerio del Interior croata. Tres policías resultaron heridos en un tiroteo ocurrido en la noche del sábado, cuando, según cuentan los reservistas serbios, comenzaron a disparar desde una montaña cercana contra de las fuerzas del orden croatas. La situación en esta pequeña localidad, donde conviven serbios, croatas, checos y húngaros, es sumamente tensa a la vez que surrealista.Los dirigentes municipales de Pakrac, ex comunistas, cambiaron de color político para aliarse con el nacionalista Partido Democrático Serbio y prepararon la anexión de esta ciudad con la autoproclamada región autónoma de Knin, donde un poder político paralelo fue formado en claro desafío a las autoridades de Zagreb. La policía local de Pakrac, junto con sus homólogos en la región de Knin, zona poblada por los serbios en Croacia, rehusaron jurar su lealtad a las autoridades croatas, siguiendo sólo las órdenes del Gobierno autoproclamado de la zona autónoma.
Guerra de banderas
La policía croata decidió intervenir en Pakrac para imponer su ley y orden, y lo que parecía muy importante: poner su bandera en la comisaría y el Ayuntamiento. Anteriormente ondeaban tres banderas -la yugoslava, la serbia y la croata-, y actualmente sólo la croata.La policía local, junto con los reservistas, que se habían armado apresuradamente, según informan fuentes croatas, resistió con armas a las fuerzas antidisturbios y se retiró hacia las montañas.
Para impedir la escalada de un conflicto étnico, el presidente yugoslavo, Borisav Jovic, ordenó el despliegue de las tropas militares, de manera que desde un lado de la plaza central de Pakrac los carros de combate de la policía croata controlan el acceso al Ayuntamiento y a la comisaría, y justo enfrente los tanques del Ejército vigilan la situación.
Mientras la mayoría de los habitantes de Pakrac permanecieron ayer encerrados en sus casas observando desde las ventanas la toma militar del centro de su pequeña población, los serbios en el resto de Yugoslavia celebraron numerosas manifestaciones en apoyo de la lucha serbla en Croacia. Varios aldeanos de Pakrac comentaron a esta enviada que eran los extremistas entre sus filas quienes querían agudizar las tensiones étnicas y dañar las otrora buenas relaciones, pero actualmente polarización nacionalista y política es total. En el mediodía de ayer las fuerzas de policía especial permanecían en Pakrac.
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