Israel mantiene la alerta, pero permite a los civiles ir sin máscaras
Israel volvió ayer a la normalidad y la población civil fue instruida para que guarde las máscaras antigás en casa, abra las habitaciones selladas y reanude su participación en espectáculos culturales o deportivos. Pero las Fuerzas Armadas se mantienen en estado de alerta. En los territorios ocupados, las medidas de seguridad fueron reforzadas y el toque de queda persiste."La situación es realmente calma y no vemos razón para prolongar un estado de emergencia que tiene costes sociales y económicos. Ello no quiere decir que hayan desaparecido todos los riesgos, pero, bajo esa perspectiva, la situación en Oriente Próximo debería de ser alarma permanente", declaró el ministro de Defensa, Moshe Arens.
Nachaman Shai, portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), señaló que la alerta militar se mantiene "porque la situación es frágil. Se han suspendido las hostilidades, pero ni siquiera hay todavía un alto el fuego".
El portavoz de las FDI recordó que durante los 42 días de guerra Israel fue atacada 18 veces, con un total de 39 misiles que causaron dos muertos directos, 12 muertos accidentales, 228 heridos y daños evaluados en unos 200 millones de dólares. "La amenaza no ha sido aniquilada, pero hay muy pocas posibilidades de que se produzca un nuevo ataque", dijo Shal, que declinó responder a la pregunta de si el tiempo de una eventual respuesta israelí ha pasado definitivamente.
Shai dijo que Israel "está muy satisfecha" de los logros de la coalición internacional. "El resultado se aproxima mucho a nuestro objetivo de destruir la máquina militar de Sadam Husein", añadió, tras reconocer que el derrocamiento del líder iraquí no ha sido posible porque "no estaba contemplado en las resoluciones de la ONU".
Sucesión de Sadam
Moshe Arens señaló: "Lo importante no es si Sadam sigue o no, porque otro dictador podría sustituirle. El problema, mucho más amplio, es cómo impedir que Irak vuelva a armarse y cómo lograr una solución política para Oriente Próximo". Aunque en medios diplomáticos se comenta que la posguerra está llena de dificultades, el ministro de Defensa afirmó que las expectativas israelíes son altas. "Esta guerra ha sido un terremoto que ha abierto muchas fracturas en la región. Esperemos que una de ellas lleve a los árabes hacia la paz con Israel", dijo el viceministro de Exteriores, Benjamin Netanyahu.El fin de la guerra coincidió con la fiesta del Purim, el carnaval judío, lo que dio especial animación a las calles. Por primera vez desde el 15 de enero los restaurantes estuvieron llenos.
[Un estudiante judío murió ayer al ser acuchillado en la Ciudad Vieja de Jerusalén; la policía sospecha de que se trata de un asesinato político cometido por palestinos].
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