El padre de uno de los presos fugados en Valladolid denuncia represalias

Juan José Garfia Mendoza, padre de Juan José Garfia Rodríguez, uno de los cuatro presos fugados el pasado lunes en Valladolid, interpretaba ayer así la postura del huido: "Si a un animal le encierras, es lógico que quiera escapar; hasta el mismo Tejero, por bien que esté en prisión, preferiría estar libre". El padre de este prófugo, que cumplía condena por tres asesinatos consumados y otros dos frustrados, agregó que su familia ha sufrido represalias y recibe amenazas anónimas por teléfono, y aseguró que temía por la vida de su hijo Juan José: "Si no es por mí, la otra vez se lo cargan".

El preso que se ha autoinculpado de la realización del agujero en el suelo del furgón, José Romera Chulía, declaró ayer ante el juez que investiga el caso, Francisco Salinero, que al comprobar las deficiencias del furgón el pasado viernes en una conducción a bordo del mismo tramó la huida efectuada el pasado lunes.Juan José Garfia Mendoza, antiguo militante del Partido del Trabajo de España (PTE), asegura que la huida de su hijo ha acarreado represalias sobre la familia: "A mi mujer la han despedido de una empresa de limpieza al enterarse de quién era. La familia no tiene la culpa. Mentalmente nos están asfixiando. Prefiero una paliza a esto". Y añade: "A Juanjo no le puedo dar consejos. Quizá me supere en coeficiente mental. Tiene un gran talento y lo está demostrando. Nunca he impuesto a ningún hijo mío lo que debe hacer".

Este veterano militante de extrema izquierda ha percibido el dispositivo de vigilancia que la policía ha montado en torno a su familia. "Tengo ahora más guardaespaldas que Felipe González", afirma. Eugenia, su mujer, también se despacha a gusto: "Parece que en España sólo hubieran matado mis hijos, como si ETA o los GRAPO o los GAL no hubieran matado también".

Juan José Garfia Mendoza, cuando recuerda los sucesos de septiembre de 1987 cuando sus dos hijos, Juan José y Carlos, asesinaron a un policía municipal, a un guardia civil, a un paisano y estuvieron a punto de matar a otros dos agentes, explica: "Eso le puede pasar a cualquiera. Yo a veces también me he calentado en alguna discusión con un municipal".

Por otro lado, ayer prestó declaración ante el juez que investiga el caso, Francisco Safinero -titular accidental del Juzgado número 4 de Instrucción de Valladolid-, el primero de los reclusos fugados que fue capturado, José Romera Chulía. Éste ratificó que él hizo en solitario el agujero en el suelo del furgón. Este recluso aseguró que había advertido las deficiencias del suelo del furgón al ser conducido el pasado viernes de la prisión de Daroca a Alcalá Meco. En este centro coincidió con los otros tres reclusos fugados y, presumiblemente, allí se tramó la. huida. Él, sin embargo, dice que Garfia se lo propuso media hora antes de coger el autobús.

Romera Chulía, según fuentes de la investigación, tia ratificado que los reclusos viajaban en el furgón en celdas ocupadas por sólo dos reclusos. Él compartía la suya con Garfia. Tras realizar el agujero en el suelo en el recorrido Madrid-Valladolid, operación que le llevó algo más de una hora, avisó a los otros dos presos, José Campíllo y Antonio Vázquez Vázquez, quienes compartían otra celda, y los cuatro se dieron a la fuga.