Sadam Husein: "Continuarán su agresión incluso después de nuestra retirada"
Radio Bagdad informó que manifestaciones de apoyo a Sadam Husein ratificaron ayer la decisión del presidente iraquí de retirarse precipitadamente -en 24 horas- de Kuwait. Las autoridades iraquíes tratan de correr una cortina de olvido, decorada con una insólita proclamación de victoria, sobre las viejas y fracasadas reivindicaciones de que el emirato sería para siempre la decimonovena provincia de Irak. En el mismo discurso en el que el presidente Sadam Husein reconoció su derrota después de un pulso de siete meses con la comunidad internacional, advirtió que las ambiciones de la coalición encabezada por Estados Unidos no se verán colmadas todavía. "Continuarán su agresión incluso después de nuestra retirada", informó a su tropa.
Sadam Husein compareció poco después de la once de la mañana (hora de Bagdad, dos horas menos en España) ante los micrófonos de la emisora oficial iraquí para confirmar que todas sus tropas estarían ayer mismo Completamente fuera de Kuwait. Después de haber saboreado, dijo, "el dulce sabor de la victoria". "En este día", declaró en las mismas ondas desde las que tantas veces retó al mundo, "nuestras fuerzas armadas continuarán la retirada de Kuwalt y la culminarán hoy rnisrno".Sadam Husein felicitó a sus tropas por haber ofrecido "valiente resistencia" a los ejércitos de 30 países del mundo y trató de convencerlas de que el resultado de los combates había sido favorable para Irak. "Fue un heroico combate", afirmó.
"Se han enfrentado ustedes", anadió, "a 30 países y al satán que ellos trajeron, se han enfrentado al mundo entero y han triunfado. Suyo ha sido el triunfó, suya ha sido la victoria".
Parte de Irak
El líder iraquí tuvo que recordar que "Kuwait había sido constitucionalmente parte de Irak desde el 8 de agosto de 1990", para admitir que, aunque todo se había perdido, "la esperanza y la voluntad subsisten en nuestro pecho y en nuestro corazón".
Radio Bagdad informó varias horas después que algunas unidades de su Ejército en Kuwait habían sido atacadas a lo largo de la mañana de ayer, pero añadió que eso no impediría que todas las fuerzas que ocupaban el emirato cumpliesen la orden de retirada.
Aunque la emisora incluyó en sus boletines de ayer informaciones esporádicas sobre actividades bélicas, su preocupación principal parecía centrada en resaltar el respaldo del que Sadam Husein sigue disfrutando en Irak, pese a las enormes pérdidas humanas y materiales que ha costado una guerra en la que uno de los países más prósperos de Oriente Próximo retrocede décadas en su desarrollo sin ninguna compensación política o territorial aparente.
La radio informó que la decisión del presidente, oficialmente tomada de acuerdo a las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y a la propuesta de paz de la Unión Soviética, había sido extraordinariamente bien recibida por el pueblo, que se había manifestado espontáneamente en apoyo de su líder, según la emisora.
Ningún signo razonable sobre pugnas internas en el régimen iraquí como resultado de tan polémica decisión había trascendido todavía hasta el día de ayer.
El único dato conocido sobre la forma en que Sadam Husein aceptó la rendición es la información facilitada por Radio Bagdad de que, horas antes del trascendental anuncio, el presidente había estado reunido con el Consejo del Mando de la Revolución y con la dirección del oficial partido Baaz.
Es precisamente la inclusión del Baaz entre los consultores lo que ha llamado la atención de algunos analistas, que consideran que por ahí, por el lado de un partido con ambiciones supranacionales, puede venir la principal amenaza contra la permanencia de Sadam Husein en el poder.
El otro sector al que habrá que seguir con atención en los próximos días es el Ejército, precisamente la institución sobre la que el presidente Sadam Husein ha afianzado sus 13 años de liderazgo indiscutido.
Fuertemente golpeado en una guerra que cualquier frío estratega sabía perdida de antemano, el Ejército iraquí, con el recuerdo todavía reciente de los ocho años de enfrentamiento con Irán y la poco ventajosa paz posterior, tendrá, probablemente, mucho que decir en el ftituro reacomodo político iraquí.
Existen versiones discrepantes entre los observadores sobre la proporción del daño causado por los aliados a las fuerzas armadas iraquíes.
Gran parte del armamento y de las instalaciones militares de Irak parecen haber sIdo destruidas, pero lo más avanzado de su aviación se encuentra en Irán, y la Guardia Republicana -las tropas de élite- no se antoja diezmada de forma irrecuperable.
Es, sin embargo, suficiente destrucción como para que los oficiales iraquíes estein hoy muy preocupados sobre sus posibilidades defensivas contra sus enemigos tradicionales: Israel, que todavía no se ha tomado la anunciada venganza por los Scud disparados sob:re su territorio; Siria, que no renuncia a sus suenos expansionistas en camino hacia la Gran Siria; e Irán, que, a pesar de la paz, mantiene litigios pendientes con el Gobierno iraqui.
"Gritad por la victoria"
Éstas son las frases más significativas del discurso de Sadam Husein: "Los iraquíes no olvidarán que el 8 de agosto de 1990, Kuwait formó parte de Irak legal y constitucionalmente. Esta situación ha seguido así hasta la noche pasada, cuando comenzó la retirada".
"Circunstancias especiales han forzado la retirada del ejército iraquí, incluida una agresión de 30 naciones y el asedio impuesto sobre Irak. Estos países han estado dirigidos por la criminal América [Estados Unidos]".
"Los puentes de Constantinopla no se abrieron a los musulmanes en el primer intento (...) La solución a la causa palestina es inevitable".
"Gritad por la victoria, hermanos; por vuestra victoria y la de nuestro pueblo, iraquíes. Habéis combatido contra 30 naciones y contra todo el mal y la máquina de guerra y destrucción más grande del mundo que les acompaña".
"Habéis escogido el camino, incluida la aceptación de la iniciativa soviética, pero estos agentes del mal insistieron, creyendo que pueden imponer su voluntad a Irak"
"Este objetivo seguirá en sus cabezas, incluso después de nuestra retirada de Kuwait. Tenemos que estar atentos. y dispuestos a combatir".
"Habéis hecho lo que podíais, pero hemos de aceptar la voluntad de Alá".
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