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Bagdad pide a sus tropas una "retirada organizada"

Antonio Caño

Irak hizo esta madrugada la apuesta definitiva por el final de la guerra. Hizo lo que la coalición multinacional exigía: rendirse. Dio orden a sus tropas, a través de Radio Bagdad, de retirarse completa y organizadamente de Kuwait, de regresar a sus posiciones anteriores al 2 de agosto de 1990, la fecha en la que invadió el emirato y provocó la mayor crisis internacional desde la Segunda Guerra Mundial. Después de varios intentos de una rendición honorable, el régimen iraquí accedió a una rendición en las peores circunstancias, abrumado por la superioridad de fuerzas militares puesta en escena por las principales potencias de Occidente.

Un comunicado emitido a las dos de la mañana hora iraquí (doce de la noche hora peninsulara española) por Radio Bagdad, probablemente la única vía de comunicación de Sadam Husein con sus hombres en el frente, anunciaba lacónicamente: "Nuestras fuerzas armadas han cumplido con su deber en la guerra santa al rechazar aquéllo que se ajusta a la lógica del mal, la imposición y la agresión. Se han visto envueltas una épica y valiente batalla, que será grabada por la historia en letras de luz. Sobre estos principios, y ya que el líder mostró su decisión de retirarse de acuerdo con la resolución número 660 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, a través de la iniciativa soviética, se han cursado órdenes a nuestras fuerzas armadas de retirarse de forma organizada a las posiciones mantenidas el 1 de agosto de 1990"."Nuestras fuerzas armadas", añade el comunicado, "que han probado su capacidad para luchar y mantenerse firmes, se enfrentarán a cualquier intento de dañarlas mientras lleven a cabo la orden de retirada. Lucharán con su conocida bravura y habilidad para realizar una retirada organizada y honorable".

"Esta decisión ha sido tomada en cumplimiento de la resolución 660 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas", añadió el comunicado oficial, que pretende evitar una carnicería y la completa destrucción del ejército iraquí. La resolución 660 exige la retirada Inmediata e incondicional del territorio kuwaItí.

La medida anunciada deja, obviamente, en su patético lugar todos los comunicados anteriores sobre los éxitos iraquíes en su resistencia a la ofensiva terrestre, y demuestra, una vez más, que Sadam Husein no tenía intención de llegar hasta el final en una batalla perdida de antemano.

Después de levantar las manos, Radio Bagdad no añadió ningún otro comentario, aunque mantuvo las marchas militares y los comentarios de elogio a sus fuerzas armadas.

Antes de ese anuncio, la emisora iraquí había advertido que el objetivo de la ofensiva desencadenada en la madrugada del pasado día 24 tenía como verdadero objetivo "destruir Irak", lo que podrá demostrarse o no en los pasos que se den inmediatamente.

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Frío cálculo

Queda por despejarse la duda de si la rendición iraquí obedece exclusivamente, a su incapacidad para hacer frente a la ofensiva de la coalición o si puede ser una prueba de trágico pragmatismo, de frío cálculo de un Gobierno acosado que no quiere perderlo todo en su apuesta demencial. Sadam Husein pretende primero salvarse a sí mismo y, al menos, conservar parte de su ejército y parte de su país.

La rendición iraquí, aunque insólita en medio del fragor de la batalla, no resulta del todo sorprendente si se tiene en cuenta que Sadam Husein había ya aceptado su derrota en diferentes ocasiones y en diferentes formas.

Desde que el 15 de febrero pasado había admitido por primera vez el hecho de su retirada de Kuwait, el presidente iraquí no ha hecho otra cosa que dar vueltas alrededor de sí mismo buscando la salida más honorable posible. Su última oportunidad en ese sentido fue el plan soviético, rechazado, sin embargo, por los países que forman parte de la coalición multinacional.

En el día de ayer Irak había afirmado que, en una contraofensiva de ocho horas de duración, el tercer cuerpo de su ejército logró reconquistar todas las posiciones ocupadas por el enemigo desde el inicio de la batalla terrestre. "Los agresores fueron obligados a replegarse y han abandonado calcinados sus carros de combate y sus vehículos", señaló el comunicado militar número 62, que no detalló el lugar donde tuvieron lugar los enfrentamientos. Radio Bagdad reiteró los llamamientos a los árabes para que "abandonen las palabras y pasen a la acción".

Entre las "fuerzas asaltantes vencidas" por el ejércite iraquí se citó a la "segunda división blindada norteamericana, la cuarta brigada egipcia, así como fuerzas saudíes".

"La solución de la situación en la línea de frente del Tercer Cuerpo se dio por terminada a las 09,00 horas (siete de la mañana en la España peninsular)", destaca el comunicado de la agencia oficial iraquí INA.

El Tercer Cuerpo del ejército iraquí tiene su cuartel general en Basora. La batalla contra las fuerzas enemigas fue calificada de "épica" por Bagdad.

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