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Entrevista:

"Vuelvo a torear para ser feliz"

El veterano diestro de San Fernando (Cádiz) Francisco Ruiz Miguel regresa esta temporada a los ruedos, pese a que prometió, al retirarse en 1989, que nunca lo haría, porque lo necesita anímicamente para reencontrarse a sí mismo: "Vuelvo a torear para ser feliz", manifiesta el torero. "El año pasado fue horroroso para mí, pues cogí unas depresiones tremendas y las cosas más extrañas pasaron por mi cabeza". Ruiz Miguel reaparece en la próxima Feria de las Fallas, de Valencia, que empieza el 9 de marzo, y está contratado para la Feria de Sevilla.

Francisco Ruiz Miguel asegura que pensó que su retirada iba a ser definitiva y apela a su seriedad para que se le crea: "Creo que a lo largo de mis 21 años como matador de toros he demostrado no ser un chufla, sino un tío serio y responsable dentro y fuera del ruedo. El primer convencido de que jamás torearía en plan profesional era yo". Añade que la felicidad y relajo que había soñado le iba a embargar al retirarse y dedicar el tiempo a faenas del campo y a estar con su familia, no le llegó: "Al contrario, estaba amargado y destrozado. Ahí comencé a pensar en volver a la actividad, aunque me daba vergüenza por el qué dirían mi mujer y la gente".Lola, su mujer, le comprendió pese a todo, como afirma: "Al principio intenté disuadirle y le dije que estaba loco, que no tenía ninguna necesidad. Pero vivía con tanta amargura, que prefiero que vuelva a ser feliz, aunque el sufrimiento sea ahora para mí, como en los viejos tiempos". El espada bromea al señalar que como penitencia por no haber cumplido su palabra volverá a lidiar toros de las divisas más duras y sin eludir los cosos de mayor compromiso: "Por esa razón es casi seguro que vuelva a dar la cara en Las Ventas el domingo de Ramos y en San Isidro".

"Ya les he dado un año a mis teóricos sustitutos en estas corridas duras para que lo aprovechen", continua en tono jocoso, y ahora deberán pelear conmigo porque es mi sitio natural, el que me he ganado a pulso en la fiesta".

Comenta que ni siquiera va a pedir que le anuncien con ganaderías comerciales ni va a retar a nadie, algo que pidió, sin que le escucharan, varias veces en su anterior etapa: "Para qué, si sé que los diestros considerados figuras y que sólo lidian este tipo de toros tampoco van a aceptar ahora". Su apoderado es de nuevo José Luis Segura, el mismo que le llevó en los últimos años de su carrera, considerados por Ruiz Miguel como los mejores en cuanto a número de actuaciones y honorarios.

A Francisco Ruiz. Miguel le parecen muy bien las reapariciones de Niño de la Capea y Paco Ojeda, "que cuando se fueron también era para siempre y a los que se ha criticado menos que lo hagan", dice, porque, como él, todavía son imprecindibles y tienen su lugar en la fiesta, "que no es el mío de las corridas duras, eso está claro", concluye sonriente.

Pronostica que las lágrimas bañarán sus mejillas el día de su reaparición en Valencia: "Pero será un llanto de alegría por estar otra vez haciendo lo único que me llena y me permite ser feliz".

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