Las unidades militares de la coalición se preparan para iniciar una batalla inminente
RuqiLos oficiales de las unidades militares que entrarán en combate con las tropas iraquíes que defienden Kuwait memorizaban ayer con sus soldados los códigos y contraseñas necesarios para una batalla que parece inminente. La coalición multinacional se mantiene en su máxima alerta y las chapas de identificación de cadáveres cuelgan ya del cuello de los marínes. "Las próximas 24 horas serán muy importantes" comenta un soldado norteamericano mientras almuerza con tres compañeros de destacamento.
La batalla terrestre que estallará en la frontera de Arabia Saudí con Kuwait, si la diplomacia fracasa, no tiene precedentes desde la II Guerra Mundial, en sus escenarios del norte de África, Cuerpos enteros del Ejército de la coalición se moverán con blindados y carros de combate por las arenas del desierto con la cobertura de helicópteros y bombardeo aéreo.
Previamente, los campos, con medio millón de minas que protegían la primera línea iraquí, han sido atacados con munición especial con el objeto de neutralizar esta barrera.
Los puentes móviles facilitarán el paso de los vehículos militares hacia Kuwait. Pocos confían, sin embargo, en que las fuerzas de la coalición multinacional puedan avanzar hasta 150 kilómetros en un día, como lo hizo el general George Patton en su ruta de Francia hacia Alemania en aquella contienda. El teniente coronel Dana Robertson, que manda un batallón de ingenieros, dice: "Tenemos que avanzar todo lo que podamos sin detenernos".
Triste y con una dolorosa nostalgia, un soldado hispano, Rubén Córdoba, recuerda las vacaciones disfrutadas en Lloret de Mar y su dolce vita en la población turística catalana. "Evidentemente allí estaba mejor". Ahora, con el grupo sanguinio bien visible, deberá incorporarse en cualquier momento a su unidad y avanzar hacia Kuwait desde el norte de Arabia Saudí.
También lo harán las tropas saudíes, sirlas, egipcias y kuwaitíes, que desde los puestos de observación del extrarradio de Ruqi vigilaban ayer con prismáticos, como lo hacen desde hace sernanas, las trincheras iraquies. Según datos difundidos por portavoces del Ejército multinacional, la aviación ha reducido en un 30% el armamento iraquí. No es fácil determinar el daño causado por los sistemáticos bombardeos.
Un intenso bombardeo de los B-52 y una masiva entrada en acción de las piezas artilleras anunciarán el comienzo de la gran ofensiva por tierra, que estará compenetrada con un desembarco anfibio en las costas de Kuwait. Los cinturones minados conservarán muchas de sus trampas, algunas de las cuales tienen suficiente potencia como para levantar a metro y medio del suelo un tanque estadounidense M-1 Abrahams.
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