Periodistas uniformados
"Mi capitán, ¿podría usted decirme si ... ?". Sentado en la cafetería del hotel Fao de Hafer al Batin, el personaje que sorbe un té caliente, con casco, cantimplora, cuchillo de comando de doble hoja, botas de reglamento y uniforme de carnuflaje al completo, no es un capitán, ni tan siquiera un recluta de reemplazo. Es un periódista francés en compañía de contertulios ataviados de parecida guisa que desean entrar triunfalmente en Kuwait acompañando a las tropas de la ccialición multinacional.La cobertura informativa de la guerra ha congregado en Arabia Saudí y en otros países de la zona a más de 3.000 periodistas. Una parte significativa de ellos viste uniformes militares para confundirse con las tropas y poder franquear controles. Otros, porque con ellos se sienten más en harina.